vitalidad del corazón

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A la mañana siguiente. Los gemelos se levantaron como todos los días.
Con una fuerte jaqueca.
Luego de tomar un té de limón y miel bajaron alistados, ese día irían en busca de la tumba del hombre que vivió ciento cincuenta años, solo irían los gemelos y..

-"Choi Han ira con nosotros"-.
Explicó, indiferente, el hermano mayor.

Lo que generó un fuerte disgusto a no solo su capitán de guardias, sino que le disgusto la idea de dejarlos ir solo con un escolta a su mayordomo más anciano.

Sin embargo, ya estaba decidido y los hermanos tomaron rumbo hacia la montaña. Antes había pequeños relieves sobre saliendo del suelo, como pequeñas montañas. Generaba un terreno empinado y con rocas sueltas, que más de una vez, los hermanos pasaron, de no ser por Choi Han, Cale habría caido o peor, esguinzarse un tobillo. Debido a sus seguidos accidentes, el grupo se separó un poco, dejando al gemelo mayor muy por delante de los otros.

-"¡Waa!"-. Cale nuevamente se resbaló por una roca, que aparentemente engañó su estabilidad, afortunada su suerte al ser escoltado por un fuerte y atento jóven que en ningún momento dejó de verlo o cuidarlo.

Veloz como un rayo, Choi Han se apresuró en atraparlo con sus manos en la espaldas del pelirrojo, sin embargo, no esperó que sus guantes se deslizaran en la ropa de su maestro. Cale no cayó en el suelo, ya que Choi Han se apresuró en usar todo su cuerpo para detener la inminente caída... Así fue como lo atrapó y para asegurarse, instintivamente lo abrazó con sus brazos en su cintura.

-"Cale-nim, ¿Se encuentra bien?"-.
Ambos rostros quedaron a unos centímetros... Cale ante la cercanía trató de huir, pero, inútil fue su intención, puesto a que el agarre nunca se suavizó. -"le ruego que me responda, no lo soltaré hasta que sepa que se encuentre bien"-. Está vez, no estaban enfrentados, Cale había intentado ir hacia adelante, cambiando de posición su rostro, la suave melodía que escuchó en su oído fue suficiente para hacer a sus piernas temblar.

-"Cho.. Choi Han, estoy bien... Por favor suéltame.."-. Cale no quería pensar en que ahora mismo, estaba pegado contra el cuerpo de no cualquier hombre, sino, que estaba siendo apretado por aquel que ocupaba cada pensamiento, del que tenía un nombre, el cuál le provocaba un suspiro al pronunciar, aquel que ahora con su voz lo hacia temblar.

-"¡Cale!"-. Caleb, el cual había notado la legania de sus compañeros volvió sobre sus pasos, encontrando como su hermano menor, aparentemente había colapsado. -"hermano, ¿Estás bien? La presión del aire es mucho aquí arriba, talvez por eso estás así"-.   
No mentía, el aire estaba diferente, cada que se acercarán más a la montaña en la que se encontraba la tumba de aquel hombre.

Lentamente fue dejado en el suelo por el espadachín.

-"gracias"-. Fue lo único que pudo pronunciar debido al sofocante sentimiento que contenian sus mejillas, ¿Vergüenza... O tal vez.. timidez? Lo que sea había hecho que el pelirrojo menor estuviera sonrojado y aparentemente pequeño como una frágil criatura...

Eso hizo estremecer el corazón de aquel gigante y fuerte espadachín.    
Uno que había luchado contra criaturas del aberrante Inframundo, aquellos que a su corazón no lograron revolcar. Ahora latía a mil por hora, viendo a aquella criatura... Parecida a un pequeño dragón, frágil como una rosa.
Choi Han se sentía como un cerdo de pensar en su amo con una cuestionable atracción de querer arroparlo con sus brazos.

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Luego de ese pequeño episodio, lograron llegar al pie de la montaña, en dónde se separarían.

-"Choi Han, espera aquí"-. Habló el mayor.

-"¿Qué es lo que harán hoy?"-. Los hermanos lo miraron.

-"¿Por qué crees que siempre hacemos algo"-. Habló está vez el menor.

El azabache decidió no intentar responder, la sonrisa de ese pelirrojo era como un embrujo que no lo dejaba hablar.
Cuando los vio alejarse, logró escupir unas últimas palabras.

-"mañana me voy"-. Los gemelos lo vieron. -"tengan cuidado con Ron"-.

Cale se rió. Caleb apenas y pudo disfrazar su risa por un resoplido.

-"¡no es una broma!"-. Alterado y preocupado. Trata de explicar su punto. -"huele a sangre, es muy peligroso y poderoso"-.

El menor miró a su hermano y le asintió, el mayor lo entendió y los dejó para que hablaran, mientras buscaba la entrada a la tumba.

-"Choi Han, que sea fuerte no significa que sea una amenaza"-.

-"pero no tiene buenas intenciones"-.

-"¿Te ah atacado?"-. Con eso el azabache se quedó en silencio.

-"mira Choi Han, ese hombre nos ah cuidado a mi y a mi hermano durante muchos años, estuvo ahí cuando sucedió lo de mi madre, y nunca nos ah dañado... Para mí, los dos son iguales, tu, también eres fuerte, y olías a sangre cuando te conocimos. Pero no por eso nos atacarte o eres malo.
Hoy me atrapaste y te lo agradezco"-.
El azabache cabizbajo, rápidamente se movió y atrapó al jóven noble contra el árbol detrás suyo.

-"Cale-nim, me preocupa, siempre estoy pendiente de usted, y los días en los que no este para protegerlo, por favor cuídese, por favor"-. Con una mirada suplicante, al igual que un cachorro cuando ve que su dueño se va de la casa.

-"Choi Han"-. Son rojado, solo pudo desvíar la mirada. No podía verlo... Sabía que sus palabras no tenían otro sentido, sin embargo, en su corazón deseaba que fueran con cierto deseo, se sentía como.. como un bastardo.

-"¡Cale!"-. Llamó el mayor, ya había encontrado la entrada.

-"me..me debo ir.."-. El azaba solo pudo ver como aquel jóven se apartaba de sus brazos... Quedó paralizado viendo su espalda fina.
Quería ir con el, pero debía acatar órdenes.

-"ya lo escuchaste"-. De la rama del árbol saltó Ron. -"los he cuidado desde que la pobre duqueza, madre de los jóvenes amos, murió"-. Ron, sacó un cuchillo y se lo arrojó al azabache.
-"mi deber es protegerlos y si debo asesinar a un punk como tú para mantener a salvó al más frágil de mis cachorros, lo haré"-. Choi Han, solo pasó a su lado ignorandolo, dedicándole solo una última frase.

-"ese también es mi deber, después de todo, no somos tan diferentes, yo también.. mataría por ellos, por el"-.

-"tsk, maldito punk"-.

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Cale se adentró más al bosque. No lograba encontrar a su hermano, hasta que se encontró un agujero, curioso se acercó, resbaló y cayó por un hueco.

-"ouch"-. El pelirrojo, aterrizó sentado y adolorido.

-"hermano"-.

-"¡Nada de hermanearme bastardo! ¡Pudiste avisarme que no me acercara tanto!"-.

-"eso no habría servido, de todos modos nuestra curiosidad nos había tirado por el acantilado"-. Haciendo referencia a como, él también, llegó ahí.

gemelos basura de la familia del CondeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora