Capítulo 9

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2 de junio del 2020

Narrador omnisciente

Sebastián: De verdad no puedo creer lo que nos estás contando, Will —decía impactado.

Will: Díganmelo a mí, pero tengo que reconocer que hay algo que me resulta demasiado extraño —eso capta la atención de Sebastián y Claudio.

Claudio: ¿Y qué sería eso extraño, Will? —preguntaba, confundido.

Will: Pues, primero que nada, a esa mujer no le di ninguno solo motivo para que me esté acosando de esa manera, pero lo más extraño es que no se trata de alguien que llegó recién a trabajar a la farmacia, sino de una persona que ya llevaba tiempo trabajando ahí y que de la noche a la mañana empezó con su acoso —eso sin lugar a dudas les pareció muy sospechoso a Sebastián y Claudio.

Sebastián: Pues tienes toda la razón, Will, es extremadamente sospechoso, así que respóndeme algo, ahí en el trabajo no conoces a nadie que te tenga mala, envidia o algo así —le preguntó a Will.

Will: Pues si les soy completamente sincero, amigos, no, nadie en absoluto, y eso lo hace aún más raro. Tengo que reconocer que me ha tocado un muy buen ambiente laboral, y nunca había tenido ningún problema por el estilo —con cada cosa que decía Will, sus amigos solo quedaban más confundidos.

Claudio: No te quiero asustar, Will, pero tengo un muy mal presentimiento; es como si alguien de verdad con malas intenciones estuviera tratando de fregarte, pero no tienes idea de quién es, y eso lo hace aún más peligroso —sin duda Will estaba asustado, pero de todas maneras Claudio tenía toda la razón en lo que le decía.

Will: Tranquilo, Claudio, que lo entiendo. Tendré que estar más alerta, porque de verdad no me puedo imaginar a nadie que me quiera perjudicar de esa manera. Solo espero que todo esto tenga solución —dice muy preocupado.

Sebastián: Y cambiando un poco el tema, es cierto lo que nos contaste, Will, que Joshua adoptó a un niño y lo está criando como su hijo —dijo muy sorprendido.

Will: Y te digo que eso no es lo más impactante, es que tienen que verlo con sus propios ojos, pero es idéntico a Joshua cuando era niño. Bueno, eso fue lo que Joshua me contó, porque yo no lo conocí en su infancia.

Narra Joshua

Salvador: Papá, me ocurrió algo muy extraño. —esas palabras me preocuparon un poco.

Joshua: ¿Qué fue lo que pasó, Chavita? ¿Por qué me dices eso? —pregunté un poco preocupado.

Salvador: Es que estaba de lo más bien jugando afuera, cuando de repente apareció alguien, y no sé cómo decirlo porque solo por unos instantes, pero se quedó como muy impactado al verme —eso me dejó un poco preocupado, pero después de pensarlo mejor, podía tener algo de sentido lo que Chavita me estaba diciendo.

Joshua: Aunque cueste un poco entenderlo, hijo, lo que pasa es que tú eres idéntico a mí cuando era niño, y el problema es que igual mi nombre es algo reconocido en esta ciudad por situaciones que viví en el pasado, y yo llegué a esta ciudad cuando era niño; por eso no te sorprendas si la gente te confunde conmigo —sin duda, Chavita se había quedado impresionado con mis palabras.

Salvador: Y de verdad dos personas se pueden llegar a parecer tanto, papá, aunque no sean familia —preguntó con inocencia y yo no sabía exactamente cómo responder a eso.

Joshua: Puede que no seamos familia de sangre, pero siempre lo serás en mi corazón, Chavita, y con respecto a tu pregunta, la verdad solo te puedo decir que la vida es superimpredecible. Todo el mundo dice que todos tenemos un doble en alguna parte, quién sabe si eso sea verdad, pero la vida está llena de sorpresas, y tú todavía tienes toda una vida por delante para poder descubrirlas —le decía con alegría.

¿Podremos ser felices? JonielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora