ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴇɴ ᴜɴᴀ ʟÍɴᴇᴀ⁀➴

15

Un largo bostezo salió de Yoongi, miro la hora, justamente eran las tres de la madrugada, simplemente no podía conciliar en sueño, tenia en mente tantas cosas, y sumándole eso, no podía dejar de pensar en Hoseok, el chico que dormía a su lado completamente desnudo, jamás pensó que el castaño tomara una decisión así, y simplemente no podía sacar de su mente un pregunta, ¿Las cosas cambiarían entre ambos?, intento alejar aquella interrogante de su complicada mente, admiro el rostro dormido de Hoseok y acaricio la mejilla de este, delicadamente lo acomodo sobre la pequeña cama y cubrió su desnudes con la acolchonada cobija, no debía preocuparse mas, de igual manera se cobijo y se concentro en dormir.

 —Hobi...—susurro entre sueños buscando el cuerpo del mas joven, estiro la mano para poder acercarlo a el, sin embargo no siento nada mas que un vacío.

 De golpe abrió los ojos, Hoseok no estaba dónde debería, una inexplicable angustia lo hizo pararse apresurado, miro el cuarto del hotel vacío, el teléfono de Hoseok sobre el buro y su cosas en el piso, el no se había ido, ¿o si?

La desesperación lo inundo, sintió impotencia, ganas de llorar y rogar por encontrar al castaño, sin embargo desde lo profundo de su corazón, busco calma, que logro encontrar tan solo segundos después de respirar hondo, solo tenia que calmarse y pensar, Hoseok no iría a ningún lado sin su teléfono y mucho menos solo, tenia que mantener eso en su mente para poder respirar con tranquilidad. Después de todo lo quedaba mas.

—Hoseok— llamo casi en un grito caminando al baño en busca del castaño, el cual no respondió ante el llamado—Hobi...— susurro en un hilo de voz abriendo la puerta del baño, el cual estaba completamente vacío.

Ante el frio de la madrugada, busco entre su ropa un pantalón, una sudadera larga y se acomodo frente a la mesa, sobando su cien tomo su cajetilla y saco cigarro sin embargo lo tiro de golpe al recordar la perdida de su encendedor, algo en su mente hizo click, tomo su chamarra y corrió hacia la playa desesperado, si Hoseok no estaba ahí, entonces estaba perdido.

—Hobi... —miro al chico hincando levantando algo de la arena, pronto comenzaba  amanecer—¡Hoba!— el nombrado miro al chico pelinegro el cual se acercaba lentamente.

—Encontré oro en la arena— conto sonriente levantando el encendedor dejándolo a la vista de Yoongi—Tal vez con esto compremos camellos o alguna otra baratija, dime, ¿Qué quieres tu?—imagino aquella idea y comenzó a reír caminando hacia el pelinegro.

Finalmente Yoongi pareció comprender, no podía perder a Hoseok, se lanzo a los brazos del castaño, el cual parecía bastante sorprendido, sin embargo lo abrazo de igual forma.

—¿De verdad estas tan feliz?— Hoseok se sentía satisfecho había querido hacer feliz al pelinegro y de igual forma sabia que aquel encendedor era importante, no solo por lo caro, si no también por el tiempo que Yoongi lo había tenido.

  —No hagas esto...— su voz sonó tan rota, parecía aliviada n gran parte, pero también triste. Algo estaba tan mal.

Hoseok sintió las lagrimas caer de los ojos gatunos del mayor, lo abrazo con fuerza mas que preocupado, de igual forma dolía que Yoongi estuviera llorando de esa manera, aunque ni siquiera sabia el verdadero motivo.

—¿Qué pasa?— pregunto besando el cuello del pálido con preocupación—Todo esta bien, aquí esta tu encendedor Yoonie...— susurro intentando calmar las lagrimas de Yoongi sin entender el motivo, Hoseok no quería hacerlo llorar, el solo quería hacerlo sentir orgulloso de su gran hazaña al encontrar aquel encendedor tan lujoso. 

El mirar aquella sonrisa en Hoseok, aquella mirada segura de si mismo solo hizo a Yoongi pensar en lo bello que era su chico, no pudo dejar de pensar en que después de todo Hoseok había madurado a su manera y sin embargo la idea de perderlo  llego a su mente, aquella espantosa idea lo hizo tambalearse y no querer soltarlo nunca.

 —Tranquilo Yoonie...— palmeo la espalada del nombrado—Todo esta bien— aclaro acariciando los cabellos negros de Yoongi.