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32 años

La vida era tan monótona como un tren, en cuanto subieras esta te llevaría a tu destino si o si, las cosas correctas siempre estaban en la idea de lo normal, una vida normal era su destino y eso Yoongi lo tenia en cuenta todo el tiempo, ahora parado frente a su departamento fumaba como siempre un cigarrillo, todo debía marchar bien, le aseguraba su mente confusa mientras apagaba aquel cigarrillo, soltó el poco humo que le quedaba y sonrió engrande para lo que esperaba en casa.

—Volví— dijo con un tono alegre, las luces estaban encendidas, y justo en la cocina una hermosa castaña llevaba los platos con delicadeza a la mesa.

—Llegaste a tiempo para comer, ¿Quieres vino?— Yoongi sonrió, miro su mano y el brillante anillo lo hizo mirar a la mujer con gracia.

—Claro... ah huele muy bien— camino a la mesa y tomo la copa de vino, levanto esta y la choco contra la de su ahora esposa, Min Nayeon, la cual sonreía victoriosa, había ganado al hombre que siempre amo.

Hoseok levantaba tembloroso el vaso de cerveza, probablemente el ambiente de aquel lugar era horrible, pero no tenia mas que pasar su tristeza ahí, tomando intentando olvidar algo que probablemente fue una perdida de tiempo.

—¿Puedo sentarme?— dijo el chico de unos veintiocho sentándose junto al castaño, como todo hombre en busca de un simple acostón, sonrió tomando la mano del castaño.

—No fumes...— pidió al ver el recién prendido cigarro del chico rubio.

—¿Te molesta el humo?— pregunto dando una calada mas al cigarrillo.

—Esa marca, mi ex novio fumaba de esa misma marca— explico haciendo que el chico sonriera en busca de algo mas.

 —No deberías pensar en ello, ven... — apago aquel cigarrillo tomando la mano de Hoseok para llevarlo en lugar mas privado—¿Quién querría dejar a alguien que luce tan ardiente como tu?— soltó de golpe apretando la mano morena de Hoseok.

—No... no puedo— susurro parándose y caminando a la salida apresurado, el frio de esa noche lo acogió, ni siquiera podía temblar de frio, sus pasos eran lentos sin ganas, solo caminaba con la mirada triste en el piso, en su mente no había mas que recuerdos, los cuales probablemente lo acompañarían esta noche y las siguientes—Ya no puedo—su cortada voz era lastimera, Hoseok estaba perdiendo aquel brillo que siempre tuvo, y eso era mucho mas doloroso. 

 —Yoongi, no olvides la Reunión de hoy a las tres— dijo el señor Kim al ver a Yoongi llegar.

—No señor, no se preocupe— sonrió Min sentándose junto a su compañero.

—Oh Yoon, mira— el pálido miro hacia donde le había dicho su amigo, miro al sonriente niño el cual era cargado por una hermosa mujer—Es mi hijo, ¿No crees que es encantador? 

El pálido impresionado miro al pequeño, ahora que llevaba una vida normal probablemente podría tener algo como eso, tal vez podrían el y Nayeon tener un niño, aquella simple idea le provoco un escalofrió, ¿El y Nayeon?, bajo la mirada al escritorio, si el y Nayeon, después de todo eran esposos, era lo que una pareja normal haría.

   —Yoongi, antes de que te vayas, ¿Quieres ir a cenar conmigo y mi esposa?, podría acompañarnos Nayeon, tu esposa— Yoongi paso saliva, miro su mano y el resplandeciente anillo en su dedo, se acomodo el abrigo y negó.

—Nam lo siento hoy no puedo, de verdad perdón— el moreno sonrió y golpeo la espalda del pelinegro.

—Esta bien Yoon, será después, hasta mañana— Yoongi asintió para después salir de aquel lugar con un fuerte dolor en el pecho, del que ya estaba acostumbrado.

  Tal vez era incorrecto, y Yoongi lo sabia, pero muy en el fondo aun no se sentía enamorado de aquella mujer que lo esperaba en casa, normalmente hoy habría ido directo a casa, sin embargo sus piernas se movieron por si solas a  aquel bar donde pasaba la mayoría de las noches en las que simplemente no quería regresar a su casa, hoy era de una de ellas; se dejo caer en la silla de aquel lugar, saco sus cigarros y pidió una botella de soju, lo necesitaba, iba a tomar un cigarrillo cuando su celular comenzó a vibrar.

Leyó el nombre, Im Nayeon, y con un suspiro respondió—Hola.

—¿Todo bien?, es tarde— susurro la chica desde el teléfono.

—Si, esta todo bien— miro la cajetilla de cigarros y se apresuro a decir—ve a la cama, aun tengo trabajo— Yoongi no podía pensar en ella, no podía pensar en apresurarse a llegar, no quería llegar.

—Esperare, suerte— la fémina colgó con un mal sabor de boca, no tuvo mas que esperar.

ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴇɴ ᴜɴᴀ ʟÍɴᴇᴀ⁀➴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora