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Miércoles, hoy, para la mala suerte del pelinegro era miércoles, y justo como todos los miércoles hoy tenia sueño, mas de lo normal, le dolía la espalada y tenia hambre, sin embargo tenia muy en mente que no podía faltar ni un dia a la escuela, así que con tanta flojera se levanto de la cómoda cama y como pudo llego a la escuela.

—¡Por dios!, ¿no dormiste o que Yoongi?—se quejo Jungkook mirando el rostro adormilado del pálido.

—Déjalo Jungkook, espacio personal— regaño Jin jalando a Jungkook el cual estaba prácticamente sobre el pelinegro—dudo que sea tan malo... ¡a la madre!, digo... vamos Yoon.

—Se va a morir— chillo Jungkook caminando mientras Yoongi sonreía.

Siguió a ambos chicos mientras reía ante la ocurrencia de sus raros amigos, sin notar a la chica rubia que no pudo simplemente despegar la vista de el. Para suerte del pelinegro las clases se pasaron rápido, con las pesadas bromas de Jungkook y los malos chistes de Jin todo fue mucho mas tranquilo, para su buena suerte no fue tan mal dia.

—Oye Yoon, quieres venir a comer Bibimbap, mi padre necesita que alguien pruebe sus comidas— hablo Jin mientras caminaban a la salida.

—¿Oh para su restaurante?— pregunto Jungkook a lo que Jin asintió—Yo iré, ¿tu Yoon?.

—Me gustaría pero debo estudiar— confeso Min mirando la mano de Jungkook tomar la de Jin, sonrió y negó para sus adentros—Me iré antes chicos, nos vemos mañana.

—¡Oye Min Yoongi no es lo que...!

—Vamos Kook, le diremos después—sonrió Jin mientras caminaba junto a Jungkook, miro por ultima vez la espada de Yoongi y soltó una risita.

La alegre sonrisa de Hoseok brillaba junto al sol, con los ojos en la raya blanca del piso caminaba con alegría y tranquilidad, el miércoles en su caso era un dia muy divertido, hoy como siempre se planteaba una situación peligrosa, no debía caer de la linea ya que seguramente el fuego lo quemaría hasta morir, así que debía ser precavido, sonriente levanto la vista y pudo ver la brillante cabellera negra, bajo la mirada al rostro de Yoongi y su sonrisa creció mucho mas, corrió hasta llegar al pálido y saludo con simpatía.

—¿Cómo te fue hoy?— pregunto alegremente Hoseok.

—Bien, creo, ¿y que hay de ti?—sonrió Yoongi al mirar el puchero en los rosados labios de Hoseok.

—Mm...

—¿Que?, te paso algo malo, ¿acaso?— pregunto ansioso, sin poder esconder su curiosidad.

—Bueno, la verdad es que... no se que club escoger...— Hoseok bajo la cabeza apenado, al parecer aquello le causaba cierta vergüenza.

—Oh... ¿son muy aburridos?—miro a Hoseok caer en cuclillas y lo imito—¿Mmm..?.

—No creo que sean aburridos, solo, tal vez en ninguno encaje... ya sabes soy algo raro— hablo en un hilo mordido su labio.

—No creo que seas raro, Hoseok— la mirada del nombrado llego de golpe a Yoongi—Oh no te molesta, ¿verdad?

—Ah no, solo creí que no lo recordarías—Yoongi mordió su labio y apenado miro otro lado— Pero ¿tu estas en algún club?— cuestiono atento a la respuesta de Min.

—Si, en el club de literatura— dijo regresando la mirada a Hoseok.

—Oh y es divertido, ¿me lo recomiendas?— hablo Hoseok entusiasmado.

—Pues es interesante, leemos poemas y a veces redactamos cuentos o pequeñas historias, pero así es en mi preparatoria— Yoongi se concentro en la mueca de Hoseok, lucia tan relajando pensando si aquello era interesante para el o no.

—No te imagino ahí, suena demasiado aburrido para alguien como tu— rio Hoseok levantándose en un salto.

—Casi no entro.

—Oh, ¿de verdad? , deberías, tal vez un dia podrías leerme un poema— Yoongi abrió los ojos de golpe, miro a Hoseok el cual se acomodaba la mochila.

—No lo hare, es aburrido leerlos— susurro Yoongi acomodando su pie entre las piernas ligeramente abiertas.

—Anda, quiero escucharte— sonrió Hoseok tomando la mano de Yoongi e hicieron el mismo movimiento que el dia anterior.

—No te caigas de la linea— la señalo ganándose la sonrisa de Hoseok, no pudo evitar grabarse aquella perfecta sonrisa.

—Tu tampoco lo hagas, nos vemos— levanto su delgada mano y se despidió, Yoongi lo imito con una sonrisa.

Tal vez Yoongi y Hoseok no eran mejores amigos, apenas se habían topado dos veces, y pese a ello Yoongi pudo descubrir una cosa, nunca se había sentido tan cómodo con una persona, Hoseok tenia ese algo que lo hacia sentir relajado, de cierta forma se sentía libre de poder contar cualquier cosa.

—Ya estoy en casa— no grito, sin embargo si alzo lo suficiente la voz para llamar la atención de su madre y padre, al mirar a su madre sonrió con ternura, llamando la atención de la mujer.

—La cena esta lista— susurro la mujer mirando a Yoongi con atención.

—¿Qué pasa?

—Estas de muy buen humor, ¿paso algo interesante hoy?— Yoongi no pudo evitar pensar en Hoseok, sin embargo agacho la mirada apenado.

—No... nada— mintió, sin embargo la mujer pareció conforme.

—Ven a sentarte— Yoongi asintió, miro a su madre caminar a la cocina, aun con aquella mirada curiosa, apenado mordió su labio y jugueteo con su cabello negro y siguió a su madre apenado.

ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴇɴ ᴜɴᴀ ʟÍɴᴇᴀ⁀➴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora