ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴇɴ ᴜɴᴀ ʟÍɴᴇᴀ⁀➴

25

37 años 

Especial

En completa soledad, Yoongi miraba las hojas caer, estaba sentado en una banca del parque, cerca de su hogar, miraba con una sonrisa mientras los rayos del sol golpeaban el rostro del pelinegro, todo era tranquilo y relajante cuando de pronto sintió unas manos tapar sus ojos, toco las manos delgadas y suaves que lo tocaban, sonrió en grande a identificar quien era el dueño de aquellas manos.

—Hoba...— el nombrado destapo los ojos y miro a Yoongi dejando un beso en su cabellera negra.

—¿Cómo supiste?— pregunto con un mohín en los labios.

—Tus manos son realmente suaves y huelen a vainilla— explico levantándose y tomando la mano del divertido Hoseok—¿Estas listo?—acaricio los dedos del castaño tocando delicadamente el anillo que descansaba en su anular.

  —No, estoy nervioso.

—Mi Hobi, todo estará bien, los papeles están listos, tranquilo, ¿Si?— beso la mejilla del moreno y comenzó a caminar junto al ansioso Hoseok.

—Crees que...?— se vio interrumpido por los labios de Yoongi. 

—Si, te amara, como yo te amo a ti— la sonrisa de Hoseok creció, aun estaba nervioso sin embargo  tenia que mantenerse tranquilo, Yoongi estaba a su lado así que todo estaría bien.

O no, ya que los nervios del castaño se dispararon cuando llegaran a su destino, se detuvo tan solo una cuadra antes, miro aquel lugar y sus manos volvieron a temblar, completamente nervioso, no sabia como actuar, que hacer o que decir.

—Ey, Hoba— las pálidas manos del pelinegro tomaron su rostro obligando al castaño a verlo a los ojos—Todo estará bien, ¿vamos?— ofreció su mano a Hoseok el cual suspiro tomando su mano.

 —Vamos—camino relajándose, listo para lo que pasaría.  

 —Señores Min, bienvenidos— la sonriente mujer se acerco a la pajera en cuanto estos entraron al lugar—¿Nerviosos?— pregunto caminando, guiando a ambos hombres.

—Bastante— aclaro Yoongi apretando la mano de Hoseok.

La mujer sonrió para pararse frente a una puerta llena de dibujos de animales y mas—Todo estará bien, señores Min— lentamente abrió la puerta.

Hoseok sintió las piernas temblar, casi sintió que se le fue la respiración cuando vio a una mujer tomando con fuerza el pequeño cuerpo de un bebé de apenas un año y seis mes, el cual reía mientras jugaba con un peluche de gatito.

—Jeongin, ¿mira quien llego?— el niño volteo al llamado de la mujer, apresurado bajo de las piernas de la mujer y camino con lentitud hacia la pareja.

 —Yoonie...— susurro Hoseok mirando al niño sonreír y levantando sus manos en busca de ser cargado.

 —Hazlo Seokie, tu puedes— de igual forma sus manos temblaron, miro la mirada llena de lagrimas de Hoseok, para lentamente soltar su mano.

 —Baba... baba...— pronuncio el pequeño al borde del llanto ante la desesperación de no poder caminar mas rápido.

 El corazón de Hoseok se apretó, a pasos lentos se acerco y tomo al pequeño niño con cuidado el cual sonrió tomando las mejillas del castaño, Hoseok sintió tranquilidad acerco su rostro al contrario uniendo sus narices para darle un beso nasal.

—Mi Jeongin... —Yoongi pudo jurar que se volvió a enamorar de Hoseok, aquella bella imagen del castaño, y ahora, su hijo, lo hizo perder la cabeza.

—Todo esta listo para que se vaya a casa — Yoongi asintió, camino hacia Hoseok y beso su mejilla.

—¿Escuchaste?—el castaño asintió sin dejar de besar la mejilla del pequeño.

  —Mira Jeongin, el es papá Yoongi— el menor no logro comprender sin embargo abrazo con fuerza el peluche de gatito y cubrió su rostro con su mano mirando a Yoongi bastante apenado—¿Es muy guapo verdad?— el pelinegro rio y acárido el cabello del Jeongin.

 —Babaa—grito el niño mirando a Hoseok.

—Jeongin, ¿estas feliz ir con tus papás?—el pequeño solo jugaba con sus peluche mientras Yoongi y Hoseok firmaban los papeles para acabar con la adopción.

—¿Es todo, señorita Kim?— la mujer miro a Yoongi y después a Hoseok el cual cargaba al niño.

—Si, es todo— sonrió llena de felicidad—Por favor cuiden mucho de Jeongin.

—Claro, muchas gracias— la pareja dio una reverencia, seguidos por la mujer caminaron a la salida, con el pequeño, su pequeño.

Después de una despedida Yoongi y Hoseok finalmente caminaban rumbo a su casa, Hoseok cargaba con la pequeña maleta de juguetes que tenia el pequeño y con la ropa que había llegado al orfanato hace unos meses, Yoongi por su parte cargaba al niño con cuidado, ambos eran mirados por todas las personas a su alrededor, algunos los miraban mal, otros sonreían, pero que mas daba, estaban juntos, los tres, y eso era lo único que realmente importara.

 —Hoseok— el nombrado miro a Min de golpe.

—¿Qué pasa?, ¿Algo tiene Jeongin?, ¿Hambre?, ¿Le doy su peluche?— dijo apresurado buscando en la pequeña mochila que cargaba.

—No Hoba, ven— susurro estirando su mano para tomar la de Hoseok—Mira— señalo la línea blanca en el piso y sonrió.

—Baba... baba... yo, baba...— pidió el niño estirando los brazos a Hoseok,  con amor el castaño tomo al niño y Yoongi tomo la mochila para después tomar la mano del castaño.

Lentamente el pelinegro se acerco a Jeongin con una sonrisa llena de cariño beso su frente robándole una dulce carcajada, después miro al castaño y beso sus labios con delicadeza, lleno de amor, después de todo Hoseok era su destino y ahora que lo tenia, nunca mas lo dejaría ir 

—Te amo— sonrió Yoongi caminando con Hoseok, dejando la línea justo en medio de sus manos entrelazadas.

—Yoonie... también te amo— dijo mirando a Yoongi realmente feliz.

 —Amo, amo baba, baba amo— repetía el niño señalando a Yoongi y mirando a Hoseok. 

Yoongi estaba seguro de algo, no podía pensar en una vida sin Hoseok y ahora ,mucho menos sin Jeongin, lo que siempre quiso lo había cumplido, tener una familia y una vida normal con la persona que quería, una vez caminaron por esa línea, la misma por donde se encontraron a los diecisiete, y por la que ahora caminaban a los treinta y siete con su hijo en brazos, nada podía estar mejor, miro al castaño una vez mas completamente sonriente y beso su mano delicadamente.

𝑬𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒆𝒏 𝒖𝒏𝒂 𝒍𝒊𝒏𝒆𝒂

Quiero decir que este capitulo es completamente invento mio, en pocas palabras lo creo mi mente esquizofrénica.

Gracias por llegar hasta aquí, sin mas me despido.

LeeXina.