Todo son cabañas. Supongo que es una isla 100% sin tecnología. Y yo que quería darme una ducha con agua bien caliente y llamar a mis abuelos.
Lo más raro, es que de camino a la cabaña de la jefa no veo ni a un solo hombre, solo mujeres. Solo las más ancianas me saludan, las otras ni me miran. Tampoco hay ni niñas ni niños.
Su cabaña no es la más grande, ni está en lo más alto, como en las películas. Parece una cabaña más, entre muchas otras. Son de madera, aunque algunas son de cañas y otros materiales menos resistentes. Tienen muchas flores decorando el poblado, la verdad es que es precioso. Veo farolas, ¿funcionarán con fuego?
Cuando entro, me llevo una sorpresa. No es tan feo y viejo como me esperaba, y sí hay tecnología. Pero, ¿cómo funciona? Veo un televisor, una cocina bien equipada, un sofá que parece muy cómodo... ¿Habrá una ducha con agua caliente? ¿Un teléfono?
-¿Te esperabas algo diferente, verdad? Es normal -dice Némesis, entre risas. -Tenemos placas solares y molinos. Intentamos respetar lo máximo posible la naturaleza, y combinar vida tecnológica con vida rural, alejados de la civilización lo máximo posible -me explica -. Pero tenemos barcos para poder ir a otras tierras a adquirir productos, aunque no salimos a menudo. Son trayectos largos, y aprovechamos para vender mercancía, si no, no podríamos permitirnos comprar nada, pero necesitamos tiempo para producir.
-¿Y qué vendéis?
-Cosas artesanales de mucho valor, pero que llevan tiempo. ¿Quieres darte una ducha y cambiarte de ropa? Seguro que estás congelado.
-Sí, por favor. ¿Y sería posible llamar a mis abuelos?
-Lo lamento Haziel, pero no tenemos forma de comunicarnos con el exterior. Como te he dicho, estamos todo lo desconectados que podemos del resto de civilización. Aquí no llega línea telefónica, ni Internet, ni satélite. En la televisión, por ejemplo, solo vemos películas o series que hemos comprado en DVD. Pero en cuanto tu madre se cure y debamos hacer un trayecto hasta otras tierras, os llevaremos.
La puerta se abre y entra una niña de unos 10 años.
-¡Hola Mamá! ¿Sabes qué me han enseñado hoy? -se para en seco, y me mira como si hubiera visto un fantasma.
-Hola Mamá. ¿Qué te pasa Luz? ¿Estás bien? -dice otra chica que entra detrás de la niña. Tendrá aproximadamente mi edad.
Ella también se me queda mirando, pero su mirada no es de miedo, sino más bien de curiosidad y emoción.
-¡Un chico! ¡Mamá, es un chico! ¿Verdad?
-Tranquilízate Atenea. Sí, es un chico, y no va a hacerte nada malo, Luz, no tengas miedo.
Némesis procede a presentarnos. Es una presentación muy breve, sin apretón de manos. Todo es muy raro.
-Venga, id a hacer los deberes y yo prepararé algo para comer. Vamos, rápido.
Me da una toalla y algo de ropa. Es ropa de mujer, pero me irá bien y no me desagrada. Lo único que me da vergüenza es ponerme unas bragas de señora. También me da unas chanclas de ducha.
-Nuestras duchas son públicas. Como habrás notado, aquí no hay hombres. Lo lamento, pero tendrás que adaptarte a nuestras costumbres.Procede a darme una charla sobre las normas y costumbres más importantes de la aldea, aunque la parte más extraña es la que me dice a continuación.
-A veces verás mujeres desnudas. Aquí nadie se avergüenza de su cuerpo, por lo que te agradecería que actúes como si fuera normal. No quiero que las demás mujeres piensen que te incomodan y se sientan obligadas a cambiar su forma de vida. No te quedes mirando a nadie de forma inapropiada.Entonces se acerca un poco más a mí tras revisar que sus hijas no están escuchando.
-Y algo muy importante, a las adolescentes y a las niñas no quiero que les hables sobre el cuerpo de un hombre si preguntan. Seguramente sentirán curiosidad, pero simplemente di que así es un hombre y ya está. No tienen ni idea sobre el tema, y así debe seguir.
¿Qué? ¿Esto es una broma? ¿Qué es este lugar? ¿En serio espera que me duche con otras mujeres como si nada?
Me quedo mirándola sin saber qué decir. Seguramente tengo cara de estúpido.
-¿Te ha quedado claro, o no? Si no puedes seguir nuestras normas y forma de vida, deberás irte de la aldea, y suerte sobreviviendo solo ahí fuera. - dice en tono serio. Vaya, no es una broma.
-Sí, está bien.
-De acuerdo, vamos a las duchas.
Sale de la casa, y la sigo. A las duchas. Las duchas de las mujeres. Esto le encantaría a mi padre. Trágame tierra.

ESTÁS LEYENDO
La Isla: Infernum
Random¡Libro completo disponible en Amazon! Haziel y sus padres naufragan en una isla habitada solo por mujeres. Al principio todo parece normal, aparte de la ausencia de hombres, pero poco a poco Haziel va descubriendo todos los secretos y mentiras que...