Capítulo 7

26 6 21
                                    

Me acuesto en la cama que está vacía, la de en medio, la de Luz.

–Chicas -Némesis me mira -, y chico, voy a hacer unas cosas. Vosotros a dormir. Mañana vas a ir al colegio Haziel, así que debes descansar mucho. -Y se va.

¿Qué acaba de decir? ¿Qué mañana voy al colegio? ¡Estoy de vacaciones, hemos naufragado, mi padre está muerto, mi madre está drogada y, ¿quiere que mañana vaya al colegio!?

-Pst -Oigo a alguien llamarme. Miro a Luz, pero ya está dormida. Vaya, qué velocidad.
Entonces me giro hacia la cama de Atenea. Sus ojos están bien abiertos. Parece un búho.

-¿Sí? -le susurro para no despertar a su hermana pequeña.

-Mañana vamos a estar en la misma clase. Puedo presentarte a mis compañeras y ayudarte con los deberes, si quieres -dice con una sonrisa. Creo que le hace mucha ilusión. Es adorable.

-Claro, me encantaría. Estoy feliz de saber que vas a estar conmigo.

Mierda, ¿por qué he dicho eso? ¿Ha sonado raro? ¿Pensará que me gusta?

-Yo también estoy muy feliz. Mis compañeras van a tenerme mucha envidia cuando sepan que duermo con un chico.

¿QUÉ? Eso suena fatal.

-Bueno, no dormimos juntos juntos, dormimos juntos en la misma habitación, pero no juntos de juntos juntos, porque no estamos juntos en la misma cama, sino en camas separadas, no juntos. -Ya no sé qué digo. Me he puesto nervioso.

-¿Qué? -Su cara es un interrogante enorme. Normal, ni yo mismo me he entendido.

-No, nada. Deberíamos ir a dormir.

-¿Te has enfadado? ¿He dicho algo malo?

-No, no, no estoy enfadado contigo, tranquila. Solo es que me pones nervioso -Mierda, de nuevo, ¿por qué he dicho eso? -Quiero decir, mañana. Estoy nervioso por mañana. Pero no estoy enfadado contigo, te lo prometo.

-Vale, me alegro. Quiero ser tu amiga. ¡No! ¡Tu mejor amiga! Ahora que estás mejor quiero conocerte a fondo, y que me enseñes todo sobre tu mundo y sobre qué es un chico.

Ya, bueno, lo que no sabe es que su madre me echará si le cuento según qué. No me gusta que me hagan mentir.

-Si no te importa, me gustaría dormir, estoy muy cansado. El medicamento aún hace efecto. Buenas noches, Atenea.

-Claro, buenas noches Haziel. Que tengas dulces sueños.

-¡Arriba! Hora de ir al colegio. -Némesis nos despierta.

Qué sueño. Me quito las sábanas, me siento en la cama, me estiro un poco y me levanto para ir al baño.

-¿Qué tienes ahí? -me pregunta Luz. Atenea, Némesis y yo miramos a donde está apuntando Luz. Estoy empalmado.

Todo hombre que lea esto sabrá que levantarse con una erección es normal, nos pasa a casi todos. Pero eso no significa que ahora mismo no me esté muriendo de vergüenza.
¿Qué le respondo a esta niña?

-Sí, ¿qué es? ¿Te has escondido algo en el bolsillo? -dice Atenea.

-No, no es nada. Si me disculpáis, necesito ir al baño -digo mientras me dirijo rápidamente hacia la puerta. Quiero taparme el paquete, pero no quiero que Némesis se enfade por actuar como si no fuera algo normal.

-Vale, nosotras también venimos. ¡Vamos Luz! -dice Atenea.

¡No, no, y NO! Para ir al baño sí que necesito privacidad, por Dios.

-Chicas, dejad que vaya él solo al baño. De donde Haziel viene, las personas van solas al baño. -Gracias Némesis. Aunque podrías haber dicho lo mismo cuando me cambié de ropa y con el tema de la ducha. Supongo que solo va a respetar este límite.

La Isla: InfernumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora