Las tres almas

IX

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Había conseguido entrar a las duchas sin que nadie me viera. Los baños estaban en una zona un poco alejada de los dormitorios, por una vez pude quitarme el glamour que tenía en el cuerpo.

Haciendo que mi piel se relajará ante el tacto frío del agua, los músculos antes tensos se me relajaba con cada gota que caía como lluvia. Al mirar hacia bajo vi como la suciedad y la sangre era tragada por el ¿desagüe? Me había quitado ya toda la porquería de encima, pero no pude evitar estar más tiempo en la ducha, sabiendo que cuando salga tendría que volver a la vida de jinete y al Guantelete.

Por un momento, podía fingir que estaba en Hogwarts con Hermione y Ron en la sala común, esperándome para hablar sobre chismes, clases, proyectos, las maestrías o cualquier cosa. Y al bajar vería a Ron jugar con Seamus al ajedrez mágico en el sofá de nuestra cálida sala común, a Hermione leyendo un libro cerca de la chimenea y a Neville a su lado leyendo uno de Herbología.

Desgraciadamente, tenía que salir de mi comodidad e ir con mis compañeros. Me volví a poner el uniforme correspondiente y salí del baño o mejor dicho me aparecí en una zona en sombras en el patio, donde vi como los de mi pelotón estaban yéndose hacia el Guantelete.

Al llegar busqué a Violet y Rhia, para ponerme cerca suyo aunque acabé poniendo al lado de Ridoc.

El Guantelete no podía verlo hasta que levante la vista. Era como ver el Big Beng en Londres, pude sentir la misma sensación que la primera vez que me monté en la escoba. Nervios, emoción y un poco de miedo.

Mi mirada y la del resto se centra en la pista mortal de obstáculos que hay en lateral de una cresta que su madre  está muy empinada podía ser fácilmente una zona de un precipicio.

Ridoc al lado mío suelta un silbido, y yo hago el silbido de caída, cuando nos miramos hago el sonido de choque. Los dos nos miramos con sonrisas en nuestro rostro.

La ruta por así decirlo, posee varias trampas letales que este justo encima de nosotros, se separaba cinco curvas diferentes de ciento ochenta grado, ya decía yo que lo del parapeto era demasiado fácil....eso ha sido un poco insensible. Para llegar a la parte más alta que separaba del campo de vuelo y del valle.

Me recordaba a un programa que empezamos a ver Dudley y yo ha escondidas, donde varias personas tenían que hacer varias pruebas" peligrosas" (lo único peligroso era cerse en el barro o en el agua)  aunque no me acuerdo como se llamaba.

-Increíble- escucho que dice Aurelie en un suspiro.

Comprensible, casi prefiero volver a estar con Wood que hacer esto. Y más que nada que pereza hacer todo eso, y para qué.

Ah, cierto. Tener un dragón.

-¡Llevo años esperando esto!- dice Aurelie sonriendo y sus de color negro brillando de alegría además de estar bajo la luz del sol, a la vez de que se frota las manos cuando da saltitos de emoción. - Mi padre era jinete hasta que se retiró,  nos hizo a mis hermanos y a mí una pista de obstáculos en donde practicáramos, lo hacía con mi hermano, y él me dijo que es el calentamiento previo a la Trilla es como un subidón de adrenalina.-

-Está con el Ala Sur, ¿verdad?- oigo como le pregunta Violet.

Subidón de adrenalina si, pero mortalmente peligro y letal también.

-Si. Comparado con el resto hacen el trabajo de oficina, el que está cerca de ma frontera con Krovla.- se encoge de hombros y señala casi a la mitad de la pista.- Me dijo que tuviera cuidado  con esos póster de ahí  que salen del costado de la pendiente. Giran, y si no eres rápido te pueden pillar.-