XIII

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Esa mañana habíamos conseguido pasar el Guantelete ciento ochenta de primero, quede en el puesto número nueve al tardar inexplicablemente en la parte de la chimenea. Eso, quiere decir que para la Presentación puede que muera alguien.

Ya que desfilar por delante de dragones es lo más tranquilo y seguro. Sobre todo cuando dichos dragones están deseando calcinar a los débiles de la Trilla.

A la persona que había tardado menos en el Guantelete le daban un parche y ese fue Liam Mairi.

Íbamos hacia una parte donde se ve un cañón semicerrado, el cuál posee el campo de entrenamiento con un montón de praderas y colinas con diversos colores otoñales a su alrededor.

Parece mentira que ya estemos por octubre o noviembre, creo. La verdad, no sé muy bien por el mes que vamos.

Al fondo del todo de puede ver una cascada con muy poca potencia, casi parecería una cuerda la cantidad de agua que lleva.

Sin duda, estamos en otoño. Las hojas doradas, naranjas y rojas son un indicador.

Y ahora van y me dice esto es normal en verano. Y una mierda.

Además, están los dragones por aquí.

¿Qué pasa? Los tienen en un parque otra dragones.

Dichos animales escamosas con alas estaban en formación, están a unos metros de longitud de la pista, pero están lo bastante cerca para juzgarnos.

Me acaban de recordar a todo el alumnado de Hogwarts cuando había cualquier crítica flotando en el aire.

-Vamos, Segundo Pelotón, os toca- dice Garrick, haciendo una seña con la mano haciendo que brille su marca tenebrosa 2.0.

Joder. Este hombre sí que tiene músculo.

Aetos y el resto de líderes de pelotón se quedaron atrás. Está Aetos muy serior y muy estirado.

-A vuestros lugares- ordena Garrick serio. ¿Cómo será cabreado? La verdad, prefiero no saberlo.

Tiene cualidades de liderazgo no me extraña que se lleve bien con Riorson.
Me quedó en el final junto a Vi y Rhi.

Tengo que contenerme físicamente para no sacar mi varita y darle vueltas por mis dedos, dicho movimiento ja sido un hábito durante la mayor parte de mi vida, sin contar la vida que viví sin conocimiento sin magia. También, tuve el presentimiento que algo iba a pasar, aunque no sabía si iba a ser bueno o malo.

Se puede escuchar sonidos de movimientos en el aire parecido a los vendavales, pero estos se detienen tan rápido como comenzaron. Merlín, espero que nadie haya sido calcinado ni tirado por ahí en ese momento.

Los ojos color avellana de Garrick nos recorre a todos, deteniéndose levemente en mí. No lo habría notado sino estuviera mirándole todo el rato atentamente.

-Espero que Aetos haya hecho bien si trabajo y que tengáis claro que hay que caminar recto hasta la pradera. Os recomiendo que mantengáis la distancia entre vosotros de dos metros...-

¿Por sí nos convertimos en pollo frito? Y ahora estoy pensando en el pollo frito de la cena de bienvenida...

-Por si flamean a algunos- masculla Ridoc más adelante.

-Correcto, Ridoc. Estar juntos si queréis, pero si alguno dragón no le gusta alguno de vosotros, digamos que no podreis separados, ya que no se detendrá en quemamos a todos para deshacerte de uno. - nos advierte Garrick mientras nos sostenía la mirada a cada uno de nosotros.- Además, es importante que recordéis no acercaros demasiado a ello. Sí lo hacéis, no volveréis a vuestro dormitorio esta noche.-

Las tres almasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora