2 de julio del 2020
Narrador omnisciente
Chavita y Angelito se estaban mirando a los ojos muy de cerca, de la misma manera que se habían conocido sus padres, pero claro, ellos eso no lo sabían en absoluto. Pero, a diferencia de como se había dado la situación de Joshua y Dani, Chavita fue el primero en reaccionar y levantarse.
Salvador: D-discúlpame, no fue mi intención chocarme contigo, lo que pasa es que estoy buscando el baño, por eso no me fijaba por dónde estaba caminando —decía un poco nervioso por la gran cercanía que habían tenido hace solo unos segundos, podía notar cómo el otro niño estaba igual de nervioso.
Ángel: N-no tranquilo, que de verdad no pasa nada. Yo igual estaba un poco distraído y por eso no pude evitar chocarme contigo, pero mejor olvidemos lo que pasó —decía dándole su mano, la cual Chavita aceptó—. Mucho gusto, yo me llamo Ángel Joshua y tú, ¿cómo te llamas? —le dice con una sonrisa y Chavita se quedó sorprendido, pero no por eso, sino que su segundo nombre era el mismo nombre que su padre.
Salvador: M-mucho gusto, Ángel, yo me llamo Salvador Daniel, pero mi padre me dice Chavita de cariño. —Ángel quedó igual de sorprendido que Chavita porque también le había dicho el nombre de su padre, acaso solo sería una casual coincidencia. —Oye, quizás sea un comentario fuera de lugar, pero tienes el mismo nombre que mi padre, Joshua. —Ángel se quedó sorprendido porque no se esperaba que también Chavita le dijera que tenía también el nombre de su padre.
Ángel: Pues ya somos dos, porque tú igual tienes el nombre de mi padre, vaya, de verdad que es una extraña coincidencia —decía todavía muy sorprendido y Chavita estaba de la misma manera, pero antes que pudiera decir algo más, se acordó de que necesitaba ir al baño.
Salvador: Ay, es verdad, necesito encontrar el baño —decía muy preocupado.
Ángel: Tranquilo que te ayudo a buscarlo, y después juntos nos vamos a clases —y en eso Chavita y Angelito se fueron a buscar el baño por toda la escuela, y aunque ellos no se dieran cuenta, estaban a punto de empezar la misma historia que iniciaron sus padres.
Mientras tanto, en la casa de Dani, él estaba de verdad muy nervioso porque el día de mañana iba a poder comprobar si de verdad o no Joshua lo estuvo engañando todo este tiempo, pero Benjamín no estaba para nada de acuerdo con lo que pensaba hacer y, por supuesto, sus padres no estaban enterados de nada porque ahora Dani los quería fuera de todo esto porque ya no es un niño, ahora es un adulto.
Benjamín: Sigo pensando que esto es una mala idea, hermanito, ¿cómo puedes pensar que todo este tiempo Joshua te estuvo traicionando? —decía Benjamín sin poder entender la reacción de Dani.
Daniel: Por muy absurdo que suene, tengo que averiguarlo, y si al final era todo mentira, te prometo que lo primero que haré será buscarlo para decirle que estoy vivo —decía Dani, seguro, pero aun así Benjamín no podía entender su actitud.
Benjamín: Dani, estamos hablando de Joshua, de la única persona que te ha amado y valorado de verdad, tú de verdad crees que él te haría algo así, mira es cierto que yo no lo he visto en años porque después de lo que paso Joshua se distanció de todos, mucho más después de lo que paso con su mejor amigo, pero te puedo asegurar que incluso hasta el día de hoy te sigue amando y recordando y eso te lo puedo decir por qué sus amigos y su hermano me han dicho esa información, si Joshua nunca más se pasó por aquí, fue precisamente por nuestros padres que ya no lo querían más por aquí —Dani en el fondo lo único que quería era quitarse esa estúpida idea absurda que Joshua siempre le vio la cara, pero no podía evitar pensarlo, porque claro, después de todos los años que estuvo secuestrado, eso lo dejo muy mal emocionalmente.
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¿Podremos ser felices? Joniel
RomanceUna historia de 20 años llena de mucho dolor, tristeza, angustia, mentiras, pero sobre todo de mucho amor, y al final solo queda preguntarnos, ¿Podremos ser felices?