la libertad de ser yo

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Con la llegada inminente de nuestras gemelas, decidimos emprender una última gran aventura juntos antes de que nuestra vida se transformara con la paternidad. Nuestra ruta incluiría Polonia, Suiza, Noruega y Finlandia. Queríamos disfrutar de cada momento, explorar nuevas culturas y relajarnos antes de comenzar nuestra nueva etapa.
Cracovia, Polonia: Historia y Magia Medieval
Nuestra primera parada fue Cracovia. La ciudad nos recibió con un aire fresco y una vibrante energía. Al llegar al Hotel Stary, un elegante edificio histórico en el casco antiguo, nos sorprendió su encanto y su mezcla de antigüedad con modernidad. La fachada de ladrillo rojo y el lujoso interior del hotel prometían una estancia memorable.
Día 1: Exploración y Encuentros
La primera mañana en Cracovia, después de un desayuno en la terraza del hotel con vistas a la Plaza del Mercado, salimos a explorar. Nos dirigimos a la Plaza del Mercado, donde la vida de la ciudad bulle entre las coloridas fachadas de los edificios y el sonido de los músicos callejeros.
-Mira esa Basílica de Santa María,
le dije a Thiago, señalando las torres gemelas que se alzaban en el horizonte.
-Es impresionante. Te imaginas lo que debe ser escuchar el toque del trompetista desde lo alto?
Thiago asintió, sonriendo.
-Vamos a ver si podemos escuchar su melodía mientras paseamos.
Nos acercamos a la Basílica y tuvimos la suerte de escuchar la melodía característica del trompetista, que tocaba desde la torre. Fue un momento mágico, con la música resonando en la plaza y el sol reflejándose en las viejas piedras. Después de explorar el Mercado de los Paños, donde compramos artesanías y productos locales, decidimos almorzar en Pod Wawelem, un restaurante famoso por su comida tradicional polaca. Conocimos a Marta, una guía turística local que estaba almorzando en la misma terraza. Al enterarse de que éramos turistas, se unió a nuestra mesa y nos ofreció una visión local de la ciudad. Nos contó historias sobre la Plaza del Mercado y el papel histórico de Cracovia durante la Segunda Guerra Mundial.
-Cracovia ha pasado por mucho
dijo Marta mientras probaba un pierogi.
-Pero siempre ha mantenido su espíritu y su cultura viva. Cada rincón de esta ciudad tiene una historia que contar.
Día 2: Aventura y Cultura
El siguiente día visitamos el barrio Kazimierz. El aire era fresco y el sol iluminaba las calles empedradas. Almorzamos en Miod i Wino, una bistró con encanto en el corazón del barrio, donde disfrutamos de pierogi caseros y bigos.Luego, Marta nos llevó a las Minas de Sal de Wieliczka. Nos impresionó el laberinto de túneles y las impresionantes capillas de sal. La Capilla de Santa Kinga, con su altar tallado en sal y sus candelabros brillantes, fue un verdadero espectáculo.
-Es como estar en otro mundo,
le dije a Thiago mientras admirábamos las esculturas.
-No puedo creer que esto haya sido hecho a mano por los mineros.
Thiago asintió, su mirada fija en las obras de arte.
-Es realmente asombroso. La dedicación y la habilidad de estas personas es impresionante.
Lucerna, Suiza: Belleza Alpina y Encanto Histórico
El vuelo a Lucerna nos llevó a una ciudad rodeada por montañas nevadas y un lago sereno. Nos alojamos en el Hotel des Balances, que ofrecía vistas panorámicas del Lago de Lucerna. Cada mañana, el sol reflejaba en el agua y pintaba el paisaje de colores cálidos.
Día 1: Exploración y Encuentros
La primera mañana, salimos a explorar el casco antiguo. Caminamos por el Puente de la Capilla, un puente cubierto adornado con frescos que cuentan historias medievales. La Torre del Agua, con su historia como fortaleza, ofrecía una vista panorámica de la ciudad y el lago. En una pequeña tienda de recuerdos cerca de la Plaza del Mercado, conocimos a Hans, un artesano local. Mientras comprábamos algunas postales, Hans nos invitó a un evento que se celebraba en la ciudad esa noche.
-Cada año, hacemos una fiesta para celebrar el inicio de la temporada de esquí
explicó Hans.
-Hay música en vivo, comida suiza tradicional y una gran atmósfera festiva. Sería genial si pudieran venir.
Decidimos asistir a la fiesta de temporada. La noche estuvo llena de música folclórica suiza y una gran variedad de platos tradicionales, desde fondue hasta raclette. Fue una oportunidad para conocer a los locales y sumergirnos en la cultura suiza.Día 2: Aventuras en los Alpes
El siguiente día tomamos el tren hacia los Alpes. El paisaje durante el viaje era simplemente espectacular, con montañas cubiertas de nieve y valles profundos. Subimos al Monte Pilatus en un teleférico que nos ofreció vistas panorámicas durante el ascenso.
-Mira esa vista
le dije a Thiago mientras nos acercábamos a la cima. -Es como estar en la cima del mundo.
En la cima, disfrutamos de una comida en el restaurante panorámico, donde degustamos platos suizos como rösti y älplermagronen. La combinación de la comida deliciosa y el paisaje impresionante hizo que la experiencia fuera inolvidable
Bergen, Noruega: Mar y Fiordos
Volamos a Bergen, una ciudad costera con un puerto vibrante y un acceso inigualable a los fiordos noruegos. Nos alojamos en el Hotel Oleana, que ofrecía vistas al puerto y al mercado de pescado.
Día 1: Exploración y Encuentros
En nuestro primer día, exploramos el Mercado de Pescado, probando delicias como el bacalao seco y el cangrejo real. Mientras paseábamos, conocimos a Erik, un pescador local que nos invitó a su barco para una pequeña excursión.
-Siempre me encanta compartir lo que hago dijo Erik mientras nos llevaba al puerto.
-El mar de Noruega es hermoso y la pesca es una parte importante de nuestra vida aquí.
La excursión en barco fue una experiencia enriquecedora. Erik nos mostró cómo se pescaban los mariscos locales y compartió historias sobre la vida en la costa.
Día 2: Crucero por los Fiordos
El siguiente día, tomamos un crucero por el Fiordo de Nærøy. La belleza del paisaje era abrumadora. Montañas imponentes y cascadas caían en el agua, creando un entorno de serenidad.
-Este lugar es simplemente mágico,
le dije a Thiago mientras navegábamos por el fiordo.
-Es como estar en un cuento de hadas.
El crucero nos llevó a pequeños pueblos a lo largo del fiordo, donde exploramos y disfrutamos de la tranquilidad del entorno natural. Laponia, Finlandia: Magia del Ártico
Nuestro último destino fue Laponia. Nos alojamos en una cabaña en Rovaniemi, rodeada de bosques nevados y con vistas a un lago congelado. La cabaña, con su chimenea y su decoración acogedora, era el lugar perfecto para relajarnos y disfrutar de la tranquilidad del ártico.
Día 1: Exploración y Encuentros
Visitamos el pueblo de Santa Claus, donde conocimos a Santa Claus en persona. La experiencia fue mágica, especialmente para Thiago, que siempre había soñado con esta visita.
-Nunca pensé que me encontraría con Santa en persona,
dijo Thiago con una sonrisa.
-Esto es un sueño hecho realidad
Día 2: Auroras Boreales y Relax
La noche siguiente, fuimos a un área alejada para observar las auroras boreales. La experiencia fue simplemente increíble. Las luces verdes y moradas danzaban en el cielo, creando un espectáculo natural que nos dejó asombrados.Al día siguiente, disfrutamos de una experiencia en una sauna tradicional finlandesa. La combinación de calor y el frío del exterior fue revitalizante. Después, nos relajamos en el lago congelado, disfrutando de un día de descanso en la nieve.
El Regreso a Casa
Nuestro viaje a Europa fue una experiencia increíble llena de descubrimientos, amistades nuevas y momentos inolvidables. Cada destino ofreció algo único, desde la historia y la cultura de Cracovia hasta la belleza natural de los fiordos noruegos y las auroras boreales en Laponia.A medida que regresábamos a casa, sabíamos que estábamos listos para el siguiente capítulo de nuestra vida. La aventura nos había dado recuerdos invaluables y una mayor apreciación por la belleza del mundo y el amor que compartimos. Ahora, con corazones llenos de anticipación, estábamos preparados para dar la bienvenida a nuestras gemelas y comenzar nuestra nueva vida como familia.