Dama de Honor | Kivi

Capítulo 12| El Cuerpo Herido

Chiara Oliver

7 años, 3 meses y 5 días antes
Cuando cayó el cuerpo herido

Mi boca está entreabierta y mis ojos tratan de retener las lágrimas que amenazan en salir. La música que retumba en cada esquina de la casa, de pronto, enmudece, dejándome en un silencio ensordecedor, en el que no oigo ni mi propia respiración. Observo la figura que se encuentra a tan solo unos metros. Ella, ya ni siquiera puedo pensar en su nombre, sentada sobre el brazo de la silla, rodeando la nuca de él con su brazo, mientras se besan cariñosamente. Quiero salir corriendo, quiero cerrar los ojos y que, al abrirlos, ella no esté aquí, que haya sido una alucinación producida por el alcohol o la falta de sueño. Y lo intento, apreto los párpados, deseando con cada ápice de mi cuerpo que lo que he visto es irreal.

Pero, al abrir de nuevo los ojos, me encuentro una imagen similar. Ya no comparten besos fogosos y apasionados. Ahora, ella me mira con terror, puedo vislumbrar una lágrima solitaria bajar por su rostro pálido. Se levanta con rapidez de su asiento para encaminarse hacia mí, pero, al mismo tiempo, yo doy media vuelta y salgo corriendo.

Me choco con varias personas antes de poder salir del todo de la casa de los horrores. Miro arriba y abajo, tratando de orientarme antes de salir huyendo. Me decido a ir calle arriba y comienzo mi marcha hasta que una voz se abre paso entre el bullicio que empiezo a dejar atrás.

- Kiki, espera- No hago casos a sus peticiones y sigo caminando a paso rápido- Kiki, joder espera un segundo

- Déjame en paz, Violeta- Consigo decir en voz alta, sin querer darme la vuelta

- No, no te dejo en paz. ¡Chiara, que pares de una vez!- Exclama agarrándome del brazo con fuerza para detener mis pasos y quedar frente a ella

- What the hell is wrong with you?! Llevo casi 5 días tratando de hablar contigo y tú pasas de mi puta cara

- No quería tener esta conversación por teléfono- Su tono es serio y distante

- ¡Ah claro, porque tenerla en una puta fiesta es mucho mejor!- Dije elevando el tono y levantando los brazos de manera exagerada

- Kiki, cálmate- Pidió enseñando sus palmas, como si tratara de calmar a un perro. Me acerqué a ella solo unos pasos y le señalé de forma autoritaria

- No me digas que me calme porque me has vuelto loca estos días- Trago saliva, preparando mi próxima pregunta- ¿Cuándo has vuelto?

- Antes de ayer- Responde con serenidad, como si no pasara nada, lo cual, me altera aún más

- ¿¡Llevas dos días en la isla y aún así me ignoras?! ¿¡A ti qué coño te pasa?!

- No es fácil tener que decirte esto

-  ¿Decirme el qué? - Mi pecho subía y bajaba con rapidez

- Estos días en Granada estuve pensando y lo que hicimos estuvo muy mal, fue un error. Yo estaba triste y tú me dijiste cosas muy bonitas y...

-  ¿Te acostaste conmigo porque te dije cosas bonitas? No me jodas, Violeta- Mi tono de voz distaba mucho de ser imponente. Estaba quebrado, igual que yo

- Kiki, no, no es eso. Solo fuiste un desliz

-  ¿Eso es lo que soy para ti? ¿Un desliz?

- No. Para mí eres mi mejor amiga pero solo eso- Su rostro se mostraba impávido

- No- Reúno las fuerzas que no sabía que tenía para responder tajantemente

-  ¿Qué?

- Que ya no somos mejores amigas. No sé qué puto cable se te ha cruzado pero no te reconozco- Escupí con rabia