Capítulo 17| Nadie Susurra

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Violeta Hódar

Levanto la cabeza, tratando de poner cara a la voz que me ha llamado, y me encuentro con los ojos temerosos de Denna. Como aún no he sido capaz de responderle, se pone de rodillas frente a mí, sin importarle las rozaduras que pueda tener después , acariciándome la cara con mimo para transmitirme la paz que necesito.

- He discutido con Lucas- Sin sollozos y sin quejidos, la rutina no te puede sorprender. La cara de mi prima cambió radicalmente. Su rostro delicado y angelical se transformó en uno colérico con las facciones endurecidas

- Ah, no. Eso sí que no- Se puso de pie de un salto y extendió sus manos hacia mí- Levántate

- Denna, déjame aquí un segundo

- Que me caiga un rayo ahora mismo si te dejo ahí tirada en el suelo. Levántate, Violeta- Su voz es dura y contundente. Si fuese la primera vez que la veo así, estaría sorprendida a la par que asustada. Pero no es la primera vez, por lo que acato sus órdenes, valiéndome de sus manos para ponerme de pie

- No voy a permitir que ni él ni nadie te arruine esta noche increíble- Empezó a hablar quitándome el rimmel corrido con delicadeza- Esta es tu noche, te lo estás pasando genial con la gente que te quiere y me niego a que él te la destruya. Por encima de mi cadáver, vamos

- Denna, solo necesito un momento

- No te lo voy a dar porque Chiara no ha estado recorriéndose la isla de cabo a rabo durante todo el día para que tú tengas "un momento" por culpa de Lucas. Vas a entrar ahí, te vas a beber dos chupitos y te vas a olvidar de lo que sea que te ha dicho, es que ni siquiera quiero saberlo. ¿Entendido?- La convicción de sus palabras y la seguridad tras sus ojos me dan la confianza suficiente para asentir con una sonrisa llena de poder recargado.

Denna no me suelta la mano hasta llegar a la barra donde nos bebemos dos chupitos de Jagger de un plumazo. Sacudo la cabeza en un intento físico de sacar los malos pensamientos de mi cabeza y centrarme en lo que importa esta noche: disfrutar. Mi prima me devuelve a la pista de baile y, de nuevo, la ojiverde es quien me recibe.

- ¿Otra vez fuera? Violetita, voy a pensar que al final sí que querías esa cena. Estoy a tiempo de llamar a Susana, eh- La manera en la que apenas puede mantener los ojos abiertos y cómo arrastra las palabras me indican que la británica ha empezado con su ronda oficial de fanta lemons

- ¿Tanto me has echado de menos, Chiarita?- Después de esos dos chupitos, yo tampoco estoy muy políticamente correcta

- Solo me parece extraño que siempre huyas cuando me quedo sin pareja de baile. Que sepas que no muerdo

- Vaya, eso es nuevo- Le guiño un ojo porque una vez que entramos en este círculo tan vicioso como nosotras, no podemos salir. Paso por su lado con chulería pero, antes de que pueda seguir avanzando, me coge del brazo con suavidad, frenando mis pasos. Las estrellas verdes ya no imitan a la esmeralda brillante, ahora un eclipse de deseo y lujuria se ha posado frente a ellas, dedicándome un paisaje que nunca creí merecer pero que una vez puede gozar

- Ahora sí que no te escapas- Voz grave, párpados caídos y mentón bien alto. Me voy a quemar pero, ¿a quién no le gusta un poco de fuego de vez en cuando?

- ¿Qué bebes?- No le doy tiempo a responder mi pregunta pues le robo la copa de las manos y bebo un trago largo y necesitado. Cuando me termino el vaso, relamo mis labios lentamente, quitando el exceso de alcohol de mis comisuras, un acto que parece llamar la atención de la pelinegra, pues observa mi lengua con mucho cuidado y atención

- Era Amaretto con Sprite, pero ahora ya lo sabes

- ¿Tú no decías que solo bebías fanta lemons?- Pregunto con audacia dejando el vaso en una de las mesas

Dama de Honor | KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora