ʕ⁠·⁠ᴥ⁠·⁠ʔ 33 ʕ⁠·⁠ᴥ⁠·⁠ʔ

464 54 60
                                    

La morada subterránea se vuelve oscura con cada paso, las respiraciones conjuntas se logran oír en el ambiente, teniendo de fondo el silbido del viento que se pasea por los pasadizos y rincones de tierra fría. Incluso el King Engine se había detenido para ese punto. ¿Por qué de repente había sido arrastrado hasta este lugar? No lo descifró a tiempo, o al menos no hasta que se adentraron en el bosque. El rubio caminaba despacio, y detrás de ambos, pero Badd bromeó con que les estaba cuidando las espaldas. –Qué risa, por supuesto que no, pensó–. Era débil, demasiado... Pero no podía decirlo, no ahora, no con Metal Bat delante suyo. El silencio era su mejor amigo y siempre lo había sido.

Pero ya se estaba cansando de eso.

La voz del azabache lo despertó de repente, este señaló hacia la derecha y con una rápida seña de seguimiento, continuó hablando con el peliblanco a su costado. ¿Quién era él? Sentía que lo había visto en alguna parte pero no recordaba en dónde... Sin embargo su situación no le dió el lujo de pensar en otra cosa que no fuera estar ahí atrapado justo ahora. King miró hacia todas partes, con asombro y terror mezclados en su mirada.

Cuando de repente... ¡Y de la nada!, un kaijin alto y de cabellos despeinados saltó justo delante suyo.

El rubio pegó un grito ahogado y apretujó su valioso manga entre sus manos como si su vida dependiera de ello.

–Mierda... Creí que estaba muerto–

–¿Niccolo? ¿Por qué... aún sigues vivo?

–¡Metal Bat!

Aquel ser espectral no pronunció alguna otra palabra y enseguida se abalanzó sobre el azabache como un león a una gacela.

King, ante esto, enmudeció quedándose de piedra sobre sus talones cuando creyó erróneamente que lo estaba atacando... Pero, fue todo lo contrario, pues aquel chico se había lanzado hacia el pelinegro tan solo para abrazarlo con alegría.

Aunque no por mucho tiempo pues el héroe se lo quitó de encima de un solo manotazo.

–Estoy tan feliz de verte... Creí que ya no volverías por mí– murmuró él con pequeñas lágrimas y una sonrisa afligida.

–¿Y quién dijo que volvió por ti? Estúpido...

–Si... Eso no importa Gar–

Badd guardó silencio en un parpadeo y miró a King, memorizando la expresión de su rostro, pronto fingió no tener nada más que decirle al chico de cafarena negra y cambió de tema.

–King. Este es... Niccolo, y es un kaijin– señaló cuidadoso. El rubio asintió confundido antes de reflectivamente estirar su mano para saludarlo, Badd asintió orgulloso por su humildad y Niccolo correspondió el saludo con una tenue sonrisa –no deberías preocuparte por él, es completamente inofensivo... Pero si lo ves haciendo algo estúpido puedes matarlo.

–¿Eh? No, no podría...

–Bueno, depende de ti– concluyó reposando sus manos sobre su cadera y confiando vibrantemente en el juicio de su compañero. Casi al mismo tiempo Garou le dió unos toquecitos en el hombro llamando su atención, y acercándose a él le susurró algunas cosas al oído –hm, si... Oi, parece buena idea– le dijo cuando terminó de decir lo que tenía que decir.

El albino se alejó y sonrió espontáneamente ante su aprobación, mostrándole ambos pulgares arriba.

–King... Creo que deberíamos separarnos para limpiar el subterráneo lo más antes posible– comenzó Badd con el discurso –Gar... Eh, este idiota– lo señaló –vendrá conmigo y tú irás con el vampiro. ¿Te parece bien? Después de todo eres el más fuerte de aquí–

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 18 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

✧Inefable✧((Batarou))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora