Un error

35 9 0
                                    

Mientras la batalla en el coliseo continuaba, Buda, con un esfuerzo hercúleo, intentaba cerrar el portal que Odín había abierto. Sin embargo, el poder del dios nórdico había alcanzado una magnitud que hacía casi imposible detener el flujo de energía. El vórtice celestial creció con una velocidad asombrosa, y un resplandor cegador emergió de su centro.

De repente, una presencia abrumadora se sintió en el aire, una fuerza tan poderosa que hizo que todos los dioses presentes se estremecieran. El cielo se iluminó con una luz pura y cegadora, y la atmósfera se cargó con una sensación de miedo y reverencia.

El Dios principal, una entidad altísima con un aura brillante y majestuosa, apareció en el vórtice. Su presencia era tan dominante que todos los dioses, por primera vez en su existencia, experimentaron un miedo profundo e inexplicable. Su forma era blanca y resplandeciente, y su aura irradiaba un poder inconmensurable.

Los dioses presentes, incluidos Thor, Zeus, Buda y los demás, se quedaron paralizados, incapaces de mirar directamente al ser supremo que se acercaba. Su mera presencia parecía desafiar la realidad misma, y todos sintieron el peso de su poder en sus corazones. Jesús y el grupo de amigos de Buda, que habían salido al escuchar el caos, se mantuvieron de pie, preparados para lo que pudiera venir. Su mirada estaba fija en el ser celestial, sabiendo que la situación estaba fuera de su control.

El Dios principal, sin embargo, no parecía interesado en el conflicto que se había desatado entre los dioses. En lugar de eso, su atención estaba centrada en un objetivo específico. Sus ojos, llenos de una sabiduría infinita, se dirigieron hacia Lya y sus bebés, que habían sido evacuados a una zona segura por Evaria, Lucas, Loki y Bellzebub.—Lya... —el Dios principal habló con una voz que resonaba como un eco en el espacio— He venido por ti y por tus hijos. Ustedes son los cuatro bebés del apocalipsis. El inicio de una nueva era.

La revelación dejó a todos estupefactos. Lya, al sentir el peso de la mirada del Dios principal, sintió un escalofrío recorrer su espalda. Los bebés, aunque aún lloraban debido al caos, parecían reconocer la presencia del ser divino y se acurrucaban cerca de Lya, buscando consuelo.—¿Por qué... por qué nos buscan? —Lya preguntó, su voz temblando mientras trataba de mantenerse firme.

El Dios principal se inclinó ligeramente, su aura envolviendo a Lya y sus hijos en una luz cálida y protectora.—El equilibrio del universo está en juego. Ustedes tienen un papel crucial en el destino de los mundos. Deben estar preparados para lo que está por venir.

Con esas palabras, el Dios principal se acercó a Lya y sus bebés, sus intenciones aún envueltas en misterio. El ambiente en el coliseo se llenó de una atmósfera de anticipación y tensión, mientras los dioses y mortales esperaban ansiosos el siguiente movimiento en este dramático desarrollo.

Las caras de los humanos reflejaban terror mientras miraban a los dioses, incapaces de comprender lo que estaba ocurriendo. Sus gritos de horror se mezclaban con los lamentos de los bebés, creando una cacofonía de desesperación. Lya, aún rodeada por Evaria, Lucas, Loki y Bellzebud, sintió el peso de la mirada del Dios principal y trató de mantenerse firme.

El Dios se acercaba lentamente, su presencia envolviendo todo a su alrededor en una luz intensa y poderosa. Thor y Buda, al notar la intención del Dios principal de acercarse a Lya y los bebés, se lanzaron en un intento desesperado de detenerlo. Ambos dioses, sabiendo que estaban frente a una entidad de un poder inconmensurable, se esforzaron al máximo para proteger a Lya y sus hijos.—¡Detente! —rugió Thor, levantando su martillo con la esperanza de bloquear el avance del Dios principal.

Buda, con una determinación férrea, se unió a Thor en el intento de proteger a Lya. Su aura de poder se unió al de Thor, creando una barrera de luz y fuerza en un esfuerzo por detener al ser divino. Sin embargo, el Dios principal se mostró imperturbable. Su poder era mil veces superior al de los dioses presentes, y la barrera creada por Thor y Buda se desvaneció ante la magnitud de su energía. El ser celestial avanzó sin esfuerzo, como si los intentos de los dioses fueran simplemente una brisa en su camino.

Jesús y los amigos de Buda, al ver la desesperación de Thor y Buda, se unieron al esfuerzo. Aunque sabían que la tarea era titánica, intentaron aportar su propia fuerza para ayudar en la lucha. Otros dioses, al ver la amenaza inminente, se unieron también en un intento de frenar al Dios principal, pero sus esfuerzos parecían insignificantes ante el poder abrumador del ser. Mientras tanto, Odín observaba la escena con una mezcla de preocupación y culpa. Su intención no había sido causar daño a su nuera ni a su nieto. En un acto desesperado, intentó intervenir para evitar que el Dios principal dañara a Lya y a sus hijos, luchando para controlar la situación.—¡No! —gritó Odín, su voz llena de angustia— ¡No quería que esto sucediera!

Con el coliseo sumido en el caos, todos los dioses y los humanos más poderosos se unieron en una causa común. El poder del Dios principal era tan inmenso que cada ataque lanzado contra él parecía casi insignificante. Sin embargo, el grupo de luchadores no se dio por vencido. Incluso Apolo, con su actitud pícaro, se unió a la causa junto a Leónidas, dejando de lado sus diferencias momentáneamente. Aunque Apolo seguía mostrando su actitud altanera, su habilidad en combate era innegable. Leónidas, con su fervor y destreza, aportó su fuerza a la batalla.

A pesar de los esfuerzos combinados, el Dios principal parecía casi inmune a los ataques. Sin embargo, cuando los dioses y humanos decidieron coordinar sus ataques, combinando sus poderes en una ofensiva sincronizada, finalmente lograron infligirle daño al ser celestial. La sincronización entre las fuerzas divinas y mortales produjo una serie de explosiones de energía que hicieron retroceder al Dios principal por primera vez.—¡Ahora! —gritó Thor, dirigiendo la ofensiva conjunta.

Los ataques se realizaron con precisión, y el Dios principal, aunque aún poderoso, comenzó a mostrar signos de perjuicio. El esfuerzo coordinado de todos, desde los dioses hasta los humanos, parecía estar dando frutos. Sin embargo, en medio de esta feroz batalla, el Dios principal tomó una decisión drástica. Con un gesto majestuoso y un aura aún más brillante, el ser celestial utilizó su poder para separar a Lya, Loki, Bellzebud y los bebés del resto del conflicto. En un parpadeo, el grupo se encontró transportado a una dimensión alterna. Esta nueva dimensión era asombrosamente diferente de lo que conocían. Parecía una versión extraña de la Tierra, con un bosque denso y vibrante de plantas desconocidas. Tres lunas gigantes flotaban en el cielo, iluminando el paisaje con una luz surrealista que bañaba el entorno en tonalidades únicas. El ambiente estaba cargado de una energía misteriosa que hacía que la realidad misma pareciera cambiar.

Lya, Loki, Bellzebud miraron a su alrededor con asombro y preocupación. El bosque, aunque hermoso, tenía una sensación inquietante y desconocida.

—¿Dónde estamos? —preguntó Lya, su voz llena de incertidumbre mientras intentaba calmar a los bebés, que estaban visiblemente asustados.

—No lo sé, pero parece que hemos sido trasladados a otra dimensión. —respondió Bellzebud, tratando de mantener la calma mientras miraba el entorno.

Loki, con su actitud más relajada, observó las lunas con curiosidad.—Esto es... diferente. Muy diferente.

El grupo se dio cuenta de que, aunque estaban a salvo de la batalla inmediata, se encontraban ahora en un lugar completamente nuevo y posiblemente peligroso. La presencia del Dios principal aún se sentía en el aire, una constante amenaza que parecía que podrían enfrentar en cualquier momento. En la dimensión del coliseo, los dioses y los humanos continuaron su lucha desesperada. El poder combinado de todos estaba logrando mantener al Dios principal a raya, pero la preocupación por Lya y los bebés persistía. Cada bando luchaba con la esperanza de reunir a sus seres queridos y asegurar un futuro en el caos que se había desatado.

Récord Of Ragnarok (POLIAMOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora