Lo que sentimos

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—¿Quieres comer algo en especial? —preguntó mientras salían del estacionamiento, no era tarde en realidad, pero si tenía el gusto por algo especifico podría buscar un lugar adecuado en rutas cercanas.

—Pasta y pizza, ¡ya sé! Hay un lugar increíble a veinte minutos, el ambiente es bueno, algo relajado, pero nada serio y la comida es deliciosa.

Colocó la dirección en la pantalla permitiendo que Minho pudiera seguir la ruta, en el camino ninguno tocó lo sucedido hace minutos, mucho menos si eso traía a colación lo del día anterior, estaban en una cuerda floja entre la duda y la curiosidad. Aunque eso no les impedía ver la escena mentalmente.

Aun cuando la percepción de ambos iba al final hasta un punto similar, sin duda alguna, necesitaban suelo firme para atreverse a caminar o siquiera hacer algo tan sencillo y complicado a la vez como hablar, ¿y si solo era atracción pasajera? Antes de actuar al menos deberían tachar una serie de aspectos sobre su reacción con el otro alrededor. Tal vez de esta forma se evitarían problemas a futuro, se llevaban muy bien como para ver con ojos equivocados al otro. Pero ¿en qué clase de amistad se soñaba con besarse entre sí?

—¿Taemin no se a acercado a usted? —no le gustaba el tema que se relacionaba directamente con su ex pareja, aunque no podían solo evitarlo, menos cuando fue tan reciente, estaba seguro que seguiría con intenciones de molestarlos.

—No, aunque no sería sorpresa que trate de incomodar más adelante con sus amantes, como suele hacer, lo más que más me importa es que no vuelva a acercarse a ti, sé que puedes defenderte, vi como quedó su rostro, pero, no quiero que por sus malas intenciones termines teniendo problemas.

—Realmente deseo que se aleje, un par de meses sería perfecto, las semanas que se mantuvo en las sombras todo transcurrió de una manera casi ideal. Aunque claro, nosotros solo nos comunicamos por mensaje. —se entretuvo mirando por la ventana la manera en la que el auto entraba a un estacionamiento general a dos cuadras del restaurante.

—Justo por ese detalle fue casi ideal. —salió del auto esperando al chico para bajar por las escaleras mirando su cabello alborotado, no le había dado tiempo de acomodarlo por lo que trató de ayudarle pasando la palma por las zonas donde más se levantaba.

Cruzaron las calles hasta entrar por la puerta corrediza agradeciendo internamente que ya terminara la hora de comida para algunas personas que dejaron más de un par de mesas vacías tras ellos, se apresuraron a tomar asiento uno frente el otro. Revisaron el menú quedando en pequeños acuerdos para probar lo suficiente y a la vez quedar satisfechos. Teniendo su orden pedida volvieron la mirada al otro sonriendo de regreso.

—Yo tengo una pregunta que hacerte Wonbin, ¿por qué a Taemin lo llamas así y a mi me dices señor? Ambos no nos llevamos más de un par de meses. —bebió un trago de agua mirando al menor con la duda en el rostro, no negaba su edad, pero de cierta manera le interesaba saberlo de sus labios.

—De hecho, él me hizo la misma pregunta, bueno, no así exactamente, pero para fines prácticos es porque no le tengo un respeto como con usted, no solo por lo que le hizo, si no porque por sus actitudes me vi involucrado y agredido, alguien así no merece mi respeto. A diferencia, usted es muy consciente y estuvo incluso pidiéndome que no entrara a juego, tuvo el tacto de no enredarme, ya si entre fue por mi propia decisión. No sé si me explico.

—¿Qué debo hacer para que me pierdas el respeto?

Después de decirlo quedaron en un silencio que los puso nerviosos, ni siquiera Minho sabía con qué intención salió eso de sus labios, pero ya estaba en el aire. Antes de volver la situación tensa soltó una risa negando con la cabeza tratando de ocultarse entre los dedos de una mano.

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