Aliento

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La respuesta recurrente a sus preguntas sobre cómo acercarse o confesar el estado de sus sentimientos, terminaba siendo, la comunicación. Algo tan sencillo y a la vez tan complejo que le mantenía la cabeza dando vueltas. Para Minho, aquel sentir no fue algo instantáneo, sin duda alguna, se construyó bajo un pequeño camino donde los pasos en ocasiones se daban de golpe, y otras medidos por una regla.

Después del desastre amoroso anteriormente vivido tenía un genuino miedo por arriesgarse en el amor, sin embargo, ¿cómo podría estar al lado de aquel rubio si no era capaz de saltar al precipicio por él? Conocía hasta cierto punto el corazón de Wonbin después del paso de Eunseok por su vida, con todo ello, tenía en consciencia la angustia de ser correspondido y ser capaz de darle el amor que él merecía.

Nuevamente su mente y corazón estaban jugando con él. Desde que llegó a casa tras aquella ida fallida al bar no pudo hacer más que empujar a Jinki para que dejara de molestarlo, debía admitirlo, tenía un punto, si no podía actuar no existía derecho a la reacción, no una justa.

Bebió un trago de agua en lo que revisaba su celular, con la notificación de un nuevo post del menor, sin querer, entró a la aplicación sonriendo como tonto al verlo en primer lugar, a pesar de tener en la misma imagen a sus amigos. Lucía tan animado, no obstante, al ver cómo la marca de herida sobre su labio prevalecía, sus emociones se mezclaron, entre la molestia por la manera en la que terminó de esa forma, y el cosquilleo en sus labios, a pesar de nunca haber tenido contacto. Si así estaba con solo un respiro, ¿qué haría si lo besaba? Así fuera casto o profundo, tenía la respuesta en la lengua, moriría.

Tanta era su ensoñación que no se dio cuenta de haber reaccionado en primer lugar a su segunda publicación, justo donde salía solo él. ¿Lo quitaba? Su corazón estaba palpitando de prisa, al grado de ser capaz de escucharlo. ¿sería demasiado evidente? Era una reacción, no tendría que tener tanto peso, pero entonces por qué estaba como loco en un debate interno. Después de casi diez minutos dejó aquel corazón en su lugar. No era como si no quisiera dárselo en primer lugar.

Por otro lado, Wonbin parecía estar viviendo en una burbuja, quizá había sido error de dedo, pero tener esa notificación de parte del mayor hizo que por instinto fuera a su cuenta y reaccionara a la foto más reciente, algo total, y completamente correspondido. Estaba muy emocionado que en lugar de llamar alguno de sus amigos, marcó el número del moreno, quien respondió de inmediato.

—Hola Wonbin... —su voz era tan estimulante, ¿lo había sido siempre?

—Hola señor Choi, ¿pasó una buena tarde? Mis amigos ya están de regresó en sus ciudades, así que sin problema podemos comer iniciando la semana, si le parece bien. —la sonrisa oculta tras el teléfono era tan grande que tuvo que respirar profundo para no quedar en evidencia.

—Bastante, ya le debía unas comidas a Jinki, no creí que nos encontráramos en aquel bar, lucías demasiado hermoso. —antes de darse cuenta, las palabras salieron de sus labios causando en el chico un sonrojo enorme.

—Usted también lucía muy bien... Claro, también el señor Lee. —al principio de su frase una sonrisa se asomó en sus labios, aunque al oírlo finalizar apretó estos, ¿estaba teniendo celos?

—Sé que dijiste que podemos comer desde la siguiente semana, pero ¿no te gustaría venir al taller?

—Me gustaría mucho, pero solo si acepta recibir una clase de natación, ya me dijo que, si sabe nadar, lo tengo en cuenta, pero digamos que sería un equivalente, para vernos en nuestras zonas actuales.

—¿Cómo un par de citas? —se apresuró a decir causando que el menor casi se cayera de la cama, solo eran amigos, posiblemente con tendencia a algo más.

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