MENTIRA

Algo más

Despertar solo en su cama era ya algo del diario, conforme su relación con Wonbin iba avanzando, era recurrente que llegaran a recostarse al lado del otro sin llegar a nada más que un par de besos, y aun a pesar de ello, siempre que llegaba la noche se separaban para dormir en sus respectivas camas. No era como si les incomodara el dormir juntos, pero ciertamente los nervios les pasaban malas jugadas, quizá en el futuro, uno que deseaban no fuera tan lejano, serían capaces de abrazarse y descansar.

A veces llegaba a imaginar cómo sería despertar y ver el cabello rubio del menor, sus pestañas y sus labios, seguramente luciría muy lindo en un estado tan vulnerable y natural, se estaba preparando mentalmente para ese momento. ¿Le había ocurrido antes?

Tomó un baño rápido antes de perder más tiempo y llegar tarde a su cita. Con su traje de baño en una pequeña maleta de mano agregó una toalla y demás accesorios ya que la clase que tanto estuvo postergando tenía la fecha de ese día. Salió de su departamento avisando a su pareja que en menos de media hora pasaría por él.

Mientras iba en el coche recordó que hace días, justo después de lo ocurrido con Kai, al fin pudieron hacer la denuncia en su contra como tanto hablaron, por fortuna Jinki ofreció su ayuda con respecto a los videos de las cámaras del centro. Donde tuvieron problemas fue con las grabaciones de la empresa ya que no existía cámara alguna que pudiera darles una evidencia visual del hecho, aunque por otro lado tenían en su poder el audio de las amenazas de Kai contra Wonbin.

Por el momento consiguieron una orden de restricción que consiguió darles algo de aire entre tanto caos que aparecía de la nada. Lo extraño para los dos fue que Taemin no apareció por ningún lado, después de su renuncia la tierra se lo había tragado como para que ni un alma les diera señal suya. Parecía que todo estaba bien por ahora.

Estacionó el auto esperando al menor fuera de este, estaban a tiempo para llegar a su clase personalizada. Al día siguiente a la misma hora su vuelo estaba programado, aún cuando Wonbin lo pensó y meditó, la respuesta fue la misma ante una desilusión evidente en su rostro.

—¿Esperaste mucho? —preguntó entre su beso, ese día tenía un aspecto especialmente atractivo.

—Para nada, ¿todo bien? —le acomodó la gorra sonriendo por la forma en que sus cabellos se aplastaban, cómo podría haber imaginado que después todo lo sucedido, la felicidad estaría justo con un chico como él.

—Perfecto, solo tengo un pequeño malestar.

El menor bajó la vista preocupándolo al instante, no dudó en levantar los ojos como si le pidiera algo, el colmo para Minho fue ese pequeño destello en sus labios y como cereza el pestañeo que lo desarmó por completo aunado a sus cejas que se levantaron creando una imagen más que peligrosa, Wonbin sabía cómo debilitarlo.

—¿Qué sucede? —preguntó con la voz débil, ahora era todo oídos y obediencia para con su novio.

—Voy a extrañarte mucho estos días.

La risa de Minho resonó en los oídos del chico que adentró los brazos en el abrigo que ese día llevaba puesto, como un delicado y fino gatito que le exigía quedarse de cierta manera. Ya habían tenido la misma situación más de una vez durante los últimos días, pero no le molestaba, de hecho, le llenaba de una emoción única.

—Eres muy cruel conmigo Wonbin, te aprovechas de mi corazón. —se quejó terminando por abrazarlo sin dejar de ver directo a esos ojos que le llevaban al cielo.

—¿Yo? La verdad es que no sé de qué estás hablando, ¿cómo me aprovecho de ti exactamente? En todo caso, deberías ser tu quien se aproveche de mí ¿no? Pero todavía no lo haces...