El año comenzó, y Ethan no estaba ahí. Angel pasó días esperando en el apartamento, en el cuartel, buscando cualquier rastro, cualquier señal. Pero Ethan no apareció. Arek también había desaparecido, lo cual, para Angel, era un alivio mientras intentaba pensar en algún sitio donde pudiera encontrar a Ethan. Él no tenía un sitio especial, ni un lugar donde refugiarse, ni siquiera una persona a quien acudir.
—Es mi culpa, yo lo obligué a esto —susurró Angel, abrazándose las piernas, como si intentara aferrarse a algo más que el vacío. Damian lo rodeó con sus brazos, tratando de compartir el peso de la culpa.
—Creo que puede cuidarse solo. Seguro está bien.
Angel quería creerlo, necesitaba creerlo. Pero cada vez que pensaba en Arek, un escalofrío le recorría la espalda. No era tanto el miedo a Arek como a lo que él representaba. Ethan siempre había tenido razón en algo: para Arek, las personas no eran más que herramientas, desechables cuando dejaban de ser útiles.
Miró el espacio vacío en el sofá que Damon había ocupado hace unos momentos.
—¿Dónde está? —preguntó con voz queda.
—Él cree que... —Damian hizo una pausa—, que puede encontrarlo.
—Si Ethan está decidido a irse nadie lo hará quedarse.
Damon había estado ahí cuando Angel gritó su nombre, sólo confirmando las cosas que ya suponía.
—Solo dime la verdad, Damian. El chico que está con Angel es Ethan, ¿no es así? —le había preguntado Damon mientras le sujetaba los brazos con tal fuerza que a Damian comenzaba a dolerle, pero más le dolía que Damon pidiera exigencias que él no podía responder.
—No...no lo sé —respondió, porque en estas circunstancias dudaba de que fuera lo correcto decirle. Pero no hacía falta, él ya conocía la respuesta.
♧♧♧
El impacto feroz de la palma con la mejilla resonó en un chasquido seco. El cuello de Ethan se torció violentamente, y su visión se nubló en un torbellino que no conseguía enfocar la figura burlona de Riz, quien lo observaba con una satisfacción maliciosa, su sonrisa brillante como la de un depredador satisfecho.
—¿Qué pasa, Ethan? ¿Te cansaste ya? Solías aguantar golpizas más duras que esta.
El cuello le colgó una vez más antes de que pudiera recomponerse.
Levantó la mirada con la respiración irregular, y sostuvo la mirada de Riz durante un largo y desafiante segundo cuando una sonrisa ensangrentada se dibujó lentamente en su rostro. Había subestimado a Arek al pensar que solo los veía como animales, pero ahora, colgado de cadenas que tiraban cruelmente de sus brazos, se sentía como un cebo en un rebaño esperando ser devorado.
—¿Sigues tratando de ser el protegido de Lestrange? —preguntó—. Si yo fuera él, no tocaría las sobras, ni siquiera muriendo de hambre.
Riz arrugó violentamente el ceño, y lanzó una patada brutal que le sacudió la cabeza con fuerza, provocando la risa de Ethan.
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Sangre de Nadie [Volumen 1]
Mystery / ThrillerContinuación de la bilogía "Cristales Rotos" En la elitista sociedad de los Basett, Arek Basett es el segundo heredero designado para liderar "La Hermandad", una organización clandestina de asesinos que ha dominado el mundo en las sombras durante ge...