—¿Qué estás haciendo?
Angel trastabilló en la puerta al oír la voz de Ethan, adoptando una posición firme rápidamente.
—¿Qué haces aquí? —preguntó directamente.
Ethan arqueó una ceja.
—Nunca te ha molestado que entre. ¿Qué sucede? —dejó el libro en mano, poniéndose de pie. Arek no le regalaba tantos libros como a Angel, por lo que se veía en la necesidad de usurpar su apartamento.
—¿Por qué piensas que sucede algo?
Ethan toqueteó la figura de león a su lado.
—Has estado molesto con Arek. Lo entiendo porque yo siempre lo estoy, pero tú... —alargó esto último y añadió:—. Además de distraído. No eres así.
Angel sin poder contenerse más, soltó una bocanada de aire, rindiéndose ante lo inevitable. Ethan era suspicaz, y aunque le mintiera lo notaría. No tenía sentido mentir cuando al final de todo, lo sabría.
—¿Recuerdas cuando fui a la exposición de Damian?
Ethan frunció el ceño, entendiendo, o quizás confundido, pero algo no olía bien.
—Bueno...fui, y todo estuvo bien, pero después —se encogió de hombros, deseando volverse pequeño y desaparecer. De cierto modo le avergonzaba poner a todos en riesgo con sus acciones, principalmente por demostrar esa debilidad, su familia siempre fue la suya, y Dios, cómo detestaba escuchar la voz de Arek en su cabeza, repitiéndole que las debilidades eran un estorbo. Se mordió el labio inferior apenas un poco, para después aceptarlo sin más—. Volví con Damian.
Ethan abrió más los ojos.
—Sí, sé que es irresponsable, insensato, y lo más tonto que pude hacer... —antes de que pudiera seguir, Ethan se había acercado a acariciarle el hombro. Levantó la vista, encontrando una suave expresión en cada rasgo del rostro de su amigo.
—Sí, lo es, pero es lo que diría Arek —hizo una pausa—. No me molesta, en realidad ni siquiera entiendo por qué habría de hacerlo. Arek no puede apartarte de tu familia y esperar que lo aceptes solo porque le tienes aprecio. —No era como él, no como alguien a quien le quitaron todo, obligándolo a aceptar una realidad que nunca pidió; el servirle a Arek...era lo único que tenía.
—¿Crees que es lo correcto? —preguntó.
—Nunca hemos hecho lo correcto —sonrió, reforzando su agarre—. ¿Por qué habría de importar ahora?
Ethan nunca quiso lo correcto, solo el bien para su familia, sin importar las circunstancias. No esperaba ser el bueno, el malo, en realidad le daba bastante igual cómo lo percibiera el mundo. Sabía que quienes pensaban en el bien, eran quienes más hacían daño, pues mantener el equilibrio no es humanamente posible, al menos no para él, no para alguien que creció siendo un criminal. De dónde venía, haciendo el bien no era como se conseguían las cosas.
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Sangre de Nadie [Volumen 1]
Mystery / ThrillerContinuación de la bilogía "Cristales Rotos" En la elitista sociedad de los Basett, Arek Basett es el segundo heredero designado para liderar "La Hermandad", una organización clandestina de asesinos que ha dominado el mundo en las sombras durante ge...