∆ CAPÍTULO 13: UNA NOCHE PARA RECORDAR

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La noche se había asentado en la ciudad como un manto cálido, cubriendo todo con una sensación de tranquilidad. Sin embargo, en el interior de la casa del alfa, los corazones de ambos latían con una intensidad que contrastaba con la calma exterior. Después del beso, cargado de años de sentimientos no confesados y de tensiones acumuladas, ambos sabían que habían cruzado una línea de la cual no había vuelta atrás. Y ninguno de los dos quería volver.

Bakugou había preparado la habitación principal con una simplicidad que era típica de él: sábanas limpias y suaves, una luz tenue que apenas iluminaba el espacio, y un aroma fresco que había esparcido por toda la casa. Pero esta vez, la habitación estaba impregnada de algo más, de una expectativa palpable que hacía que cada paso que daban fuera más pesado y significativo.

Izuku, por su parte, no podía dejar de observarlo mientras este terminaba de acomodar las últimas cosas en la habitación. Cada movimiento del alfa, cada gesto, incluso los más mínimos, eran como un imán para sus ojos. Sentía una mezcla de nerviosismo y emoción; después de todo, era la primera vez que ambos estaban completamente seguros de lo que sentían el uno por el otro y va a ser una noche que sí van a recordar.

Cuando el rubio finalmente se giró para enfrentarlo, sus ojos se encontraron y el mundo pareció detenerse por un instante. El alfa dio un paso adelante, cerrando la distancia entre ellos, y tomó suavemente la mano de Midoriya, guiándolo hacia la cama. Sin embargo, antes de que se sentaran, Bakugou lo detuvo, mirándolo con una seriedad que solo él podía expresar de manera tan honesta.

—Izuku —empezó, su voz baja y grave, cargada de una emoción contenida—, quiero que sepas que esto significa mucho para mí… —Hizo una pausa, como si buscara las palabras adecuadas, algo inusual en él—. No soy bueno expresando lo que siento, pero lo que tengo contigo es real. Quiero hacer esto bien.

Este sintió que su corazón se aceleraba, no por el nerviosismo, sino por el profundo respeto que sentía hacia Bakugou en ese momento. Sabía lo difícil que era para él abrirse de esa manera, y saber que lo hacía por él lo llenaba de una calidez que no había sentido antes.

—Kacchan... yo también lo quiero hacer bien. —Respondió el peliverde, su voz era un susurro suave, pero lleno de convicción—. Contigo, quiero que todo sea diferente, quiero que todo sea... verdadero.

Bakugou asintió lentamente, luego lo acercó más y, con una ternura que pocas personas hubieran creído posible en él, lo besó de nuevo. Pero esta vez, el beso fue diferente; no solo estaba lleno de pasión, sino también de una promesa silenciosa de lo que estaba por venir.

El alfa se separó y miró a los ojos del omega confirmando si estaba bien seguir a delante y con la sonrisa nerviosa del peliverde siguió dándole besos por su cuello hasta volver a sus labios.

-Si hay alguna cosa que no te gusta, dímelo o también al revés, quiero que me lo digas todo- dijo el rubio sujetando la cara rojiza del peliverde entre sus dos manos.

El rubio aún se arrepentía de haberlo hecho con él esa noche, ya que, pasó por primera vez su rut con alguien y no recordar que había pasado piensa que probablemente no se había controlado, especialmente al ver el cuerpo lleno de marcas de Izuku.

-D-de acuerdo, te lo diré todo- dijo algo avergonzado sujetando los bordes de la camisa del rubio. No era tipico de él actuar de esta forma.

Bakugou tomó la iniciativa y siguió besándolo mientras lo empuja suavemente sobre la cama. Se posiciona a sobre de él sin interrumpir el beso.

- ¿Que te gusta? Dime - preguntó el rubio mientras se quitaba su camisa y la del peliverde también tirándolas por el suelo en un solo movimiento.

Midoriya se mordió el labio mientras observaba el cuerpo del agente, estaba muy trabajado. Lo miro a los ojos.

Policía x florista | Bakugo x MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora