13•

168 25 11
                                    

James se levantó del sofá con una agilidad natural, tomando la mano de Sean mientras lo hacía. La calidez entre ellos era palpable, una conexión que era evidente incluso en los gestos más pequeños. Sean lo siguió sin dudar, aunque lanzó una última mirada a Liam con una sonrisa amable.

—Nosotros cumplimos en traerles algo de comer, ahora nos vamos —dijo James mientras estiraba ligeramente su cuerpo, alisando su camiseta después de estar sentado.

Sean asintió, apretando un poco más la mano de James en un gesto de apoyo silencioso. Estaba claro que ambos respetaban la necesidad de Derek y Liam de tener un tiempo a solas, sobre todo considerando lo que estaba por venir.

— No tienen que irse, pueden esperar a que regresemos de la casa de Liam —intervino Derek, su mirada fija en su hermano menor mientras cruzaba los brazos frente a su pecho—. Quiero que hablemos sobre algo, James.

James parpadeó, con una leve sorpresa en su expresión, pero rápidamente recuperó la compostura. Aunque no eran hermanos biológicos, había una dinámica tácita entre ellos que los hacía iguales cuando se trataba de conversaciones importantes.

—Mañana pasaré por tu oficina —respondió James, su voz firme pero amigable, como si ya hubiera decidido que ese sería el mejor momento—. Ahora ustedes necesitan tiempo a solas para planificarse.

Derek estudió a su hermano por un breve momento antes de asentir lentamente. Había algo en los ojos de James que reflejaba comprensión y, al mismo tiempo, una especie de alerta. Era como si ambos supieran que el siguiente capítulo de esta historia sería más complicado de lo que ninguno de ellos se atrevía a decir en voz alta.

—Entonces nos vemos mañana —dijo Derek finalmente, su tono más relajado mientras extendía la mano para darle a James un ligero golpe en el hombro, un gesto cargado de fraternidad y cariño. Era su manera de decir "confío en ti" sin necesidad de usar palabras adicionales.

—Cuídense —respondió James, inclinando la cabeza ligeramente mientras estrechaba los dedos de Sean en un gesto que parecía decir que ya era hora de irse.

Antes de girarse por completo hacia la puerta, Sean se detuvo un momento, sus ojos encontrándose con los de Liam. Hubo una especie de reconocimiento silencioso entre ellos, como si Sean entendiera perfectamente lo que Liam estaba sintiendo en ese instante.

—Fue un gusto volver a verte, Liam —dijo Sean, con una sonrisa que iluminaba su rostro. Su tono era cálido, casi como si quisiera transmitirle que todo estaría bien, incluso cuando el camino delante de él parecía tan incierto.

Liam, que aún sostenía el delantal en una mano, devolvió la sonrisa, sintiéndose un poco más relajado por el tono de Sean. Había algo en la amabilidad del hombre que lo hacía sentir aceptado, como si formara parte de algo más grande de lo que había imaginado al involucrarse con Derek.

—El gusto fue mío, Sean —respondió Liam, su voz suave pero sincera. Luego miró a James—. Gracias a ambos por venir.

James y Sean asintieron, y con una última mirada a Derek, se dirigieron hacia la puerta, saliendo del departamento y dejando atrás un silencio tranquilo.

Derek observó cómo salían, su mirada pensativa por un momento, antes de volverse hacia Liam. El ambiente en la habitación cambió sutilmente, volviéndose más íntimo y privado.

—¿Estás listo? —preguntó Derek en voz baja, acercándose a Liam.

Liam asintió, tomando una respiración profunda. Lo que estaba a punto de hacer no sería fácil, pero con Derek a su lado, se sentía más preparado que nunca.

—Sí, estoy listo —respondió, dejando a un lado el delantal y preparándose mentalmente para lo que venía.

El aire alrededor de Liam se sentía denso, casi palpable, mientras caminaba hacia el coche de Derek. Cada paso que daba parecía hundirlo más en la realidad de lo que estaba a punto de hacer. Cuando las manos firmes de Derek se posaron sobre sus hombros, fue como si un ancla se hubiese instalado en su pecho, una mezcla de seguridad y peso que no podía sacudir.

Bilogía Sangre Y Poder: Perversa Ambición II || BlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora