Lilian entró al cuarto de su madre con lágrimas en los ojos y más de ellas calleron cuando vio a su madre colgando de una cuerda, muerta.
Abrazo a su peluche y solo pudo llorar sin consuelo alguno. Su padre asesinado y su madre se había suicidado. Lilian no entendía porque a ella ¿que había echo?¿porque todo le pasaba a ella?
Llamó a sus abuelos Lucifer y Lilith. Ellos llegaron enseguida cuando les contó lo de Juliette.
Entraron a su cuarto y la vieron colgada, Lilith le quitó la cuerda del cuello y se sentó en el suelo junto al cuerpo de su hija, Lucifer se sentó junto a su mujer y abrazo a su hija su creación, muerta.
Lilian se re costo por última vez en el regazo de su madre. Llorando miraba a sus abuelos mientras le pedía que la vuelvan a la vida.
—Veré lo que puedo hacer—
Dijo alzando a su hija en brazo y llevandosela a su casa para poder trabajar bien. Lilith cargo a Lilian en brazos y también se la llevo.
En el castillo de Lucifer estaba el ya nombrado tratando de revivir a su hija, después de casi 12 horas vio como el mechon morado de su hija se volvía de un color rojizoo, pero ella aún no despertaba.
Después de 12 horas de intentos desesperados, Lucifer finalmente logró revivir a su hija Juliette, pero algo no estaba bien. Aunque su cuerpo había vuelto a la vida, su espíritu parecía ausente. No respondía a los estímulos, no abría los ojos, no hablaba.
Lilian, que había estado esperando ansiosamente a que su madre despertara, se sintió destrozada al ver que no reaccionaba. Abrazó a su madre con fuerza, llorando desconsoladamente.
—Por favor, mamá, despierta, le suplicaba.
Te necesito.—
Pero Juliette permanecía inmóvil, sin mostrar signos de vida.
Lucifer y Lilith se miraron con preocupación. Habían logrado revivirla, pero a qué costo? ¿Qué había pasado con su espíritu?
Lilian pasó horas abrazando a su madre, esperando a que algo cambiara. Pero nada lo hizo. Finalmente, se durmió exhausta en el regazo de su madre, con la esperanza de que al despertar, todo fuera diferente.
Pero al día siguiente, la situación seguía siendo la misma. Juliette no despertaba, y Lilian se sentía cada vez más desesperada.
¿Qué harían ahora? ¿Cómo podrían ayudar a Juliette a regresar a la vida? La tristeza y la incertidumbre se cernían sobre la familia, mientras trataban de encontrar una solución para el misterioso estado de Juliette.
