La noticia de que Red Bull se arriesgo al contratar a una mujer para que reemplace a Sergio Pérez luego de su repentina salida del equipo, ronda por todo el mundo entre los fanáticos del deporte.
Lola, es una chica directa y sin miedo a decir lo qu...
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NARRA LOLA
La noche había tomado vida después de un par de tragos, todavía era temprano y aún asi Lando ya estaba mas borracho de lo que quisiera y Max iba detrás de él para ver qué no se mandara ninguna cagada. Por otro lado yo iba y venía, me mezclaba entre la gente recibiendo algunas miradas extrañas y alagos por la carrera de esa tarde, pero no me importaba con tal de tener a Charles lo más alejado posible.
En las dos horas que llevábamos en el lugar se acercó a hablarme tres veces en las cuales lo ignore. No quería hablar con el y escuchar sus estúpidas disculpas por algo que ya se porque lo hizo, si tan solo el hubiera hablado conmigo antes de que la bomba explotara las cosas ahora serían diferentes.
Llegue a la barra para ver si podía tomar algo fuerte o robar una botella de algo para que la mirada del monegasco ya no me afectara tanto, pero el bartender se encontraba bastante ocupado en la otra punta como para fijarse en la zona donde estaba yo. Le di un rápido vistazo a la zona para ver si no había algo que pudiera sacar de allí pero nada, así que me senté en una de las sillas altas apoyando mis brazos y mi cabeza en la barra con frustración, esto me iba a llevar mas tiempo de lo previsto.
—No creo que el bartender te note así. —hablo una voz masculina a mi lado alarmandome un poco.
Levante la vista con cautela enderezandome en la silla, para encontrarme con unos ojos color miel que a la tenue luz que había en el lugar se veían oscuros. No conocía al chico, aunque me parecía haberlo visto en algún lado, sin embargo no recordaba dónde. Le di una rápida mirada de arriba a abajo, llevaba una remera blanca con unos jeans azules algo holgados, su cabello rubio todo despeinado le daba el toque a su look, estaba segura de que más de una chica estaba a sus pies, aparte de que se veía agradable y sin intenciones ocultas, por lo que decidí contestarle.
—Creo que si me hago la desmayada capaz se alarme y venga más rápido. —bromee haciendo que riera.
—Podria funcionar. —asintio para ofrecerme su mano. —Me llamo Dante, te hice la entrevista antes del podio.
Y ahí me hizo click la cabeza, ahora recordaba porque se me hacía conocido. Acepte gustosa su mano, en la corta entrevista de hoy había sido un chico amable y se le veía que era buena persona.
—Un gusto Dante, soy Lola, aunque creo que a eso ya lo sabes. —rei ante lo tonta que había sonado presentándome, era obvio que sabía quién era, de eso se trataba su trabajo.
Dante sonrió amplio tomando asiento a mi lado antes de darle una mirada al bartender que seguía ocupado del otro lado. La espera si que era para rato.
—Estuviste genial en la carrera de hoy día. —comento luego de un largo silencio.
—Gracias. —le sonreí amable. —Creo que si me dieran un 1 € por cada vez que me lo dijeran tendría 10 €, no es mucho pero si los apuesto con George ya tendría 20. —dije sacándole una carcajada al rubio. Creo que los shots me están pasando factura, ya estoy tonta.
