Capítulo 5: El camino a Kaelar.

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Las dos semanas que nos quedaban en la cabaña pasaron demasiado rápido. Ya era la última noche allí, a la mañana siguiente partíamos hacia Kaelar.

Por una parte, estaba nerviosa por conocer a mi pueblo y por volver a ver a mis padres, por otra parte, estaba tranquila porque si pasaba algo por el camino Vaelorn no tendría que preocuparse de estar pendiente de mí para protegerme con todo lo que había aprendido y mejorado en estos meses atrás.

Presentía que ocurriría algo en el camino, lo que no tenía claro era de qué podía tratarse. Lo sentía en lo más profundo de mi ser, algo o alguien estaba esperando a que saliéramos de las protecciones y no parecía amigable fuera lo que fuese.

- ¿Althaea?, ¿Notas algo en el aire verdad? - Preguntó Alpha con la mirada fija en mí.

- Sí, pero no sabría decirte de qué se trata. - Contesté con el ceño fruncido y la vista clavada en el bosque desde la ventana de la cabaña.

- No le des demasiadas vueltas Mi Reina, sea lo que sea no tiene nada que hacer contra tí si intenta algo cuando salgamos dentro de unas horas. - Dijo Vaelorn con una sonrisa juguetona. - Céntrate en descansar lo que puedas hasta el amanecer, nos iremos temprano con el sol naciente.

Miré a Vaelorn devolviéndole la sonrisa, por los Dioses olvidados este hombre sabe cómo descontrolar todo mi sistema nervioso con solo una mirada y una sonrisa. Céntrate ¿Quieres?, hazte un favor y ve a preparar las cosa que faltan antes de que cometas alguna estupidez.

Por una vez decidí hacerle caso a mi subconsciente, me fui a mi habitación a preparar la bolsa que me había dejado allí Vaelorn para que metiese lo que pudiera hacerme falta durante el camino. Cogí un par de mudas de ropa limpia, aunque dudaba que tuviésemos ocasión de cambiarnos a menos que fuese estrictamente necesario.

Al regresar a la cocina vi a Vaelorn preparando una bolsa como la que me había dado para mis cosas, en ella estaba metiendo alimentos que pudiesen durarnos durante el primer trecho del camino al menos, así no tendríamos que cazar durante varios días.

Entre tanto Alpha permanecía pegado a la chimenea, pero pendiente de la ventana por la que yo había estado mirando hacía un rato. Al parecer yo no era la única que percibía lo que fuese que se hallase allá fuera esperándonos.

- ¿Lo tienes todo listo para salir al amanecer? - Preguntó Vaelorn concentrado en su tarea de elegir los alimentos que íbamos a llevar con nosotros.

- Sí, lo tengo todo listo ya. - Respondí sin perderle de vista en ningún momento.

- En ese caso ve a descansar, yo termino con esto y me iré a la cama también. - Dijo él dedicándome la sonrisa más dulce que le había visto nunca. - Buenas noches Mi Reina.

- Buenas noches Vaelorn, nos vemos al amanecer. - Dije sonriéndole con dulzura. - Alpha intenta dormir tú también que mañana va a ser un día largo.

- Sí, no te preocupes cuando Vaelorn acabe me iré a dormir yo también. - Dijo Alpha con voz adormilada. - Buenas noches Princesa.

Me retiré a mi habitación para la que sería la última noche allí, me acosté en la cama a repasar mentalmente todo lo vivido en los últimos meses que no era poca cosa. No me costó mucho coger el sueño con el cansancio de los entrenamientos de ese día.

A la mañana siguiente me desperté con el primer indicio del amanecer en el cielo, me desperecé, cogí la bolsa y salí a la cocina donde ya me esperaban Alpha y Vaelorn con el desayuno listo para los tres. Tomamos el desayuno en silencio, recogimos las cosas y nos dispusimos a salir.

La Princesa de Plata [La Princesa de las Tres Coronas 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora