Capitulo 6

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«El descaro de una mujer no tiene limites»

Brandon Bonardi.

Con los brazos cruzados está Hanna dentro de mi vehículo, es el colmo... como está mujer consiguió entrar en el bar, ir directo al baño e interrumpir mi follada con Julieta.

— ¿Estas loca o que mierda? — digo sin apartar la vista del camino.

— ¿Loca? Loco tu que te crees mi dueño, mi padre o no se, Métete en la cabeza Brandon que yo puedo tener la relación que a mí me de la gana, puedo follar con los hombres que me den la gana y si a mí me da la gana de estar con Otto lo hago y punto.... ¿Pero quién coño te crees? — empieza hablar como una histérica.

— Hanna...

— Hanna una jodida mierda, soy una mujer soltera Brandon, gracias a ti — aplaude — felicidades, ningún hombre se me acerca porque tengo un familiar lunático.

Hanna no me deja hablar y me está haciendo perder la paciencia hasta que dice:

— Mientras yo viva en tu casa no vas a follar a Julieta, ¿te gusta así? O me dejas hacer mi vida tranquila.

Freno de golpe cuando las luces se cambian a rojo.

— Ninguna mujer con cerebro de niña mimada me va a decir que hacer, Hanna.

— Rétame y verás. — me amenaza.

Se desabrocha el cinturón y antes de que la luz se cambie se sale de mi vehículo, intento agarrarle del brazo pero ella se zafa de mi agarre.

— ¡Entra en el puto carro, Hanna! — le grito.

Me siento enfadado, humillado por esta loca de mierda.

Nunca ninguna mujer ha echo lo que ella hace, jamás permitiría que me hicieran un show como el de hoy y mucho menos que me contradigan.

Hanna cruza la calle y escuchando las bocinas de los vehículos de atrás golpeó fuertemente el volante, busco para parquear el carro en cualquier lado ganando una multa segura, multa que esa mujer pagará.

Me apresuro en caminar y en alcanzarla.

La agarró por el brazo y ella me golpea, tan fuerte que siento como se me hubiese dislocado la mejilla.

Hanna, siempre debes golpear de esta manera — le enseña mi tío Max. — se más rápida, nunca le des chance al enemigo de contraatacar.

— Si.

Hanna patea fuertemente seguida de puñetazo al saco de boxeo.

Me impresiona lo bien que se mueve, parece un niño.

— ¿Brandon, que haces ahí?

Siento vergüenza, mi tío Max me ha descubierto.

Camino con la cabeza agachada hacia mi tío y Hanna que me mira torciendo los ojos y cruzada de manos.

— Hanna, Brandon será tu contrincante.

— Tío Max, yo no quiero lastimar a Hanna.

El Heredero de LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora