El Heredero de Lucifer

Capítulo 13

«Entre la vida y la muerte»

Brandon Bonardi.

Jalo a Hanna detrás de una delgada pared, su carita lo dice todo, su rostro está pálido demostrando lo asustada que se encuentra sus manos estan frías y temblando haciendo que los levante hacia mi boca y los llene de un cálido aire.

Ella me mira frunciendo levemente las cejas, como si estuviera asimilando este íntimo momento, algo que para Hanna parece ser no realista. Sus ojos bailan en cada parte de rostro. Sin pensarlo dos veces me inclino y le proporciono un beso en las cejas y la pego a mi cuerpo.

- Estaremos bien, Hanna.

Ella asiente mientras que este momento se vuelve tan nuestro. Tan ella y yo, sintiendo como mi corazón late tan fuerte y con un ritmo constante que puedo sentirlo zumbando en mis oídos.

- ¿Tienes miedo? - Sube su mano en mi pecho. Su inocencia envía rayos eléctricos a la cabeza de mi polla, y se siente tan bien, esbozado una sonrisa le digo:

- No, morenita.

Quisiera decirle que ella es la causante de que cada parte de mi cuerpo se vuelva incontrolable, quiero decirle lo mucho que me gusta y aceptar de una vez por todas que me muero por ella, quisiera dar ese paso y que ella me acepte. Pero no puedo, Hanna nunca me va a aceptar.

Te odia - mi subconsciente me recuerda todas las veces que la heri y me gritaba con tanta fuerzas que me odiaba.

Una bala que atraviesa la esquina de la pared me hace caer de las nubes en la que me eleve, haciendo que el cuerpo de Hanna tuviera un desgarrador espasmo.

Salgo disparando le doy a uno a mi derecha, me cubro para luego darle a dos en mi izquierda, Hanna no reacción me observa con el terror dibujado en su rostro, se le dificulta para respirar y sus piernas empiezan a flaquear con cada disparo que escucha.

-¡Hanna, todo estará bien¡ - le grito pero ella no reacciona.

Sigo disparando olvidándome por un leve momento de ella, le he dado a seis, me cubro de nuevo cuando no logro encontrar a los otros cuatro.

Tomo la cara de Hanna y le susurró:

- Hey, diablita.

- T-tengo miedo.

- Lo sé, pero necesito que por esta noche seas valiente, vamos a correr a las tres. ¿De acuerdo?

Ella asiente mientras se limpia las lágrimas tomando una bocanada de aire.

La tomo de la mano y salimos hasta que una bala detrás de mi me da en la cabeza, y como en cámara lenta veo lo ojos de Hanna abrirse como platos, sus labios se separa tratando de ahogar un grito mientras me ve cayendo al piso rústico.

Ella se gira y con el arma que le entregue empieza a disparar sin fallar, es como si otra mujer se apoderada del cuerpo de Hanna.

- ¡Morenita, me gustas! - le confieso con dificultad y con el tono de voz tan bajo que estoy seguro que no me abra escuchado, mientras siento como me da sueño, dejo que mis párpados pesados se cierren.

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Hanna Volkov.

Todo sucedió tan rápido, la bala entrando en su cabeza, su cuerpo estrellándose contra el suelo mientras que yo evitó que se golpee con fuerza, ya que Brandon pesa una tonelada, es imposible para mí sostenerlo.