Capítulo 9

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«Es mejor abstenerse a la decepción y vivir en la realidad»

Hanna Volkov.

Despierto por el sonido que emite un celular muy cerca a mi oído, sintiéndome somnolienta estiro la mano y con un bostezo tan grande que muy fácilmente podría tragarme todo lo que yace en la habitación.

— ¡Alo! — contesto sin revisar de quien llama, posiblemente podría ser Brittany.

— ¿Quien habla? — vocifera una voz femenina en la otra línea bastante disgustada.

Actitud que hizo que me enderezara de la cama, y darme cuenta que estoy en una habitación de hospital.

— Hablas con Hanna, ¿Quien pregunta?

Hay un silencio incómodo hasta que la persona del otro lado de la línea grita:

— Soy Julieta, pásame a Brandon.

— ¿Perdona?

Puedo escuchar su respiración acelerado e imaginarme su rostro patética, hasta que caigo en cuenta en la situación en la que estoy. Me alejo del celular por un momento para asegurarme de que el teléfono que tengo en las manos sea el mío y no el de:

Mierda, es el celular de Brandon.

Muevo mi rostro alrededor de la habitación hasta encontrarlo durmiendo, miro por fracciones de segundos su rostro, detallo sus cejas pobladas sus pestañas bendecidas y sus labios, para luego terminar por su brazos definidos y tatuados, tiene las mangas remangadas, dándome una visión clara de un tatuaje. Es una calavera y a sus alrededores varios relojes en conjuntos, las venas marcadas tan malditamente sexi. Me pierdo en el hombre y me olvidó que Julieta está al otro lado de la linea maldiciendo, y para enfurecer la más le susurro tan bajito para no despertar a la bestia.

— Está plácidamente dormido — mi tono de voz sonó más a excitación que otra cosa.

Me encanta apagar el fuego con gasolina.

— ¿Que dijiste? ¿Estas durmiendo con Brandon?

¿Dormimos? Bueno literalmente si, dormí con Brandon.

Una sonrisa macabra se me dibuja en mi rostro cuando le confirmo lo que sea que se te imaginando en su cabeza hueca.

— Sabías que eras una maldita puta... que asco follar con tu propia sangre.

— Practicar incesto es lo mío, y para completar hace veinte minutos Brandon estaba follandome, diciéndome que como yo, ninguna lo había follado antes, que vergüenza la tuya.

Ahogo una risita burlona tapando la bocina con la mano para que ella no logré escucharme al mismo tiempo que miro hacia donde Brandon y asegurarme de que siga durmiendo.

Julieta no aguanto la presión y me dejó colgada en la línea, y malditamente me siento una ganadora.

Cuando dejó el celular en la mesita a mi izquierda me llevo un susto de mierda cuando la voz gruesa y tranquila de Brandon resuena en toda la habitación.

— ¿Disfrutado de tu travesura, diablita?

Me giro hacia su dirección tranquilizando mi nervios y le ladro:

El Heredero de LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora