Todas las lunas, me parece, te reflejan. Cada una de ellas tiene una pincelada de ti. La de hoy, por ejemplo, se parece a tu sonrisa, colgada lleva una estrella, como tú en tu mejilla. Las últimas de agosto iluminaron el campo de tenue luz fría ¿recuerdas?, rayos de plata azul. Paz de marinero, como tu paz, como tu luz. Hasta la lunas sordas me recuerdan a tus días grises, momentos de reflexión y nacimiento, momentos tuyos, solo tuyos aunque me participes a veces. Y aunque no te vea, cada noche tengo algo tuyo, tu reflejo.