Esta noche he dado la vuelta al mundo,
ejercicio de encuentro con mis sentidos.
Respiro en esta habitación que me estremece;
todo el vasto mundo se acota a esto:
una cama que cruje cuando volteo y una falta.
Falta de palabras, de ideas para nombrarte.
No me sirve el habla, ni el lenguaje,
eco inútil que habita entre mis labios.
Los idiomas que conozco carecen de articulaciones;
el aire, aunque sale de mis pulmones, no te menciona.
No hay lengua que te supla o pensamiento,
y aunque no sé nombrarte, todo me regresa a ti.
