Camino hacia el espejo,
unos cuatro metros más allá
del lado de mi cama.
El lado izquierdo, el de la mala suerte.
Vamos amigos,
hemos hecho esto
algunas veces antes,
Primero el derecho, el de la buena suerte.
Agua para los ojos,
unas líneas tenues me cuentan
que los años permanecen,
sonrío, se delatan. Son seis.
En ellas se inscriben
todos los calendarios
que conozco.
"Hoy hay que pagar las nóminas"
-Me dice el farsante.-
Un baño, una camisa, tres atomizaciones
del frasco azul que compré en quinientos pesos.
Mi mochila está en la silla,
en la que no debería.
Por dentro también está un poco rota.
El café lo preparé en algún momento,
un beso de despedida,
salgo pero las llaves no lo hacen conmigo,
entro.
Otro beso de despedida,
y... get ready with me.
