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— ¡HyunJin! ven vamos a bailar. — Añadió el joven Yang sin dejar responder de vuelta al mencionado tomando la mano del alfa alejándose de su mejor amigo.

El alfa se sentía soñado, no todos los días uno de los omegas más hermosos (como lo hacía llamar el mayor) te robaba a una pista de baile para pasar tiempo contigo o al menos eso pensaba.

— Se ven tan lindos ¿verdad Hwang?

Y allí todo se derrumbó para Hwang HyunJin.

Llevando una mano a su pecho comenzó a dramatizar ante la mención del omega.

— ¿Lindos?

— ¡Si, si! Honnie y compañía. — decía de una forma risueña y algo burlona hacia su mejor amigo.

¿Por qué él no podía ser Hyunnie? O ¿qué se yo?

Claro que se sentía estúpido por pensar algo tan "territorial" como lo era el sentir celos por aquel alfa afortunado que podía abrazar e incluso recibir un apodo amoroso de aquél hermoso ser.

— Lindos, si si muy lindos.

— Lo sé, soy un genio. — comentó el pelinegro guiñandole un ojo como forma de afirmación.

DIOS MIO NO HAGAS ESO PORFAVOR.

Hwang HyunJin moría en sus adentros intentando no externar todo aquello que sentía pero a este paso le sería imposible el no hacerlo.

Bien se los presento.

Hwang HyunJin, primogénito de los Hwang, clan que era conocido por sus extensos conocimientos en medicina alternativa y de forma general, fueron aquellos que tomaron la iniciativa de promover  investigaciones referentes a la salud, fieles creyentes de que todo tenía una explicación y solución de pormedio.

Gracias a ellos se incremento el conocimiento de varias áreas, así como lo era el reconocimiento del bienestar físico, emocional y psicológico, de aquella manera poco a poco fue creciendo hasta lograr lo que su clan es hoy en día, una fuerte fuente de sabiduría y poder del conocimiento, un gran pretendiente para los Yang según el primogénito de los Hwang.

Despues de todo, mentira no era.

El alfa soñaba con poder pedir la mano del joven omega, poder casarse y si su querido se lo llegase a permitir, tener cachorros, pequeños zorritos que se pareciecen a su prometido o alguno que se pareciera a él siendo un lobo, daba igual, él queria formar una linda familia de la cual cuidar y amar.

— ¿Hwang?... Hwang.. HYUNJIN.

— Acepto. — añadió el más alto acariciando su mejilla con sumo cuidado.

— ¿Qué?

Y con solo ver el rostro del pequeño zorro se había dado cuenta que solo estaba soñando despierto.

— Ay... por dios... lo siento~

Un apenado alfa se encontraba tapándose el rostro tratando de no hacer más notoria su vergüenza.

Por el contrario, el joven omega se encontraba un poco confundido al reaccionar a la respuesta del mayor, ¿aceptar? ¿A que se refería con ello?

Tal vez... ¿una declaración?

NO, CLARO QUE NO.

El joven Yang no podría interferir entre el compromiso de los Hwang.

Le resto importancia comenzando a caminar hacía la mesa qué les habían asignado, al darse cuenta que su mejor amigo y compañía se habían ido, tomo sus cosas para salir del lugar.

— ¡Vamos Hwang! O ¿pretendes quedarte alli?

Si, en definitiva odiaba que lo llamara de esa manera.

" Un buen alfa" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora