" Un buen alfa"

18

Key estaba perdidamente enamorado de un alfa.

Un chico.

Al principio parecía no importarles a ambos y ¡vamos!

¿Quién lo haría estando encerrado en su
propio mundo?

Ambos chicos salían y disfrutaban de su tiempo, su compañía era lo único que importaba en momentos como esos.

- ¿Recuerdas cuando nos conocimos?

- ¡Oh,Vamos! no me hagas recordarlo de nueva cuenta. - respondió un avergonzado Key tapando su rostro con ambas manos.

- ¡Vamos Key! Jaja solo debías decirme que querías charlar conmigo. - soltó un risueño peliblanco haciendo inquietar de nueva cuenta al pelinegro.

Y así fue, apesar de que el joven Key era imponente, al tratarse de un tal peliblanco eso pasaba a segundo plano haciéndolo comportarse de manera completamente alrevezada, el pelinegro observaba curioso y cauteloso los movimientos del ya mencionado, prestándole suma atención a cada movimiento que realizaba hasta aquel día.

- Key, hijo, ven aquí.

El jóven pelinegro fue hacia donde sus padres esperando instrucciones más estas nunca llegaron, un agobiado alfa refunfuñaba por lo bajo al no encontrar respuestas, quería salir de allí, Key no era fan de asistir a esas reuniones de clanes a los cuales sus padres solían ir, si el
jóven no recibía una respuesta en los últimos 5 segundos dejaría el lugar disculpándose y poniendo de excusa que debía ir a estudiar a su habitación, eso nunca fallaba.

- Ellos son parte del clan Kim, saludalos como se debe.

No le quedó de otra que obedecer, con una reverencia saludo a los nuevos individuos sin darle mucha importancia.

- Es un gusto conocerte muchacho, espero que tú y mi hijo puedan ser grandes socios en un futuro. - espeto el mayor con una sonrisa esperando que él jóven se incorporará.

- El gusto es mío y por supuesto señor y-o...

Un sonriente peliblanco observaba calmado cada movimiento del desendiente principal de los
Kim.

- ¿Estás bien muchacho?

- L-lo estoy, mjum - aclaro su garganta esperando que las palabras salieran por si solas para después huír a como diera lugar.

Y así lo hizo, no a la perfección pero lo hizo, no sabía exactamente si era de aquellos que se llamaban ser los favoritos de Dios o simplemente era una coincidencia loca del destino.

¿Había hecho el ridículo de su vida?, Si.

¿Lo tomarían enserio la próxima vez que lo vieran?, No era tan seguro.

¿Valió la pena?, Por supuesto.

- !
¡Ya basta! ¡Deja de burlarte, no es divertido!

- Pareces un tomate JA JA JA - soltó entre carcajadas aquel chico risueño.

Él joven pelinegro se levantó dispuesto a irse o eso fue lo que definitivamente haría de no ser porque un peliblanco yacía encima de él abrazandolo evitando que huyera.

- Lo siento ~ es solo que fue muy lindo el como te conocí es todo~

- Fue lindo solo para ti, no para mi -respondio aún avergonzado.

- ¿No fue lindo para ti?

Ese chico parecía un cachorro abandonado de un momento a otro, al escuchar esas palabras su agarre había disminuido un poco escondiendo su cabeza en el cuello del pelinegro.

- Sabes que no me refería a ello.. es solo que fue muy vergonzoso el escucharme como idiota repitiendo una y otra vez lo que intentaba decir... fue y es lindo conocerte~ pero no quería darte
a entender eso... yo..

- Lo se! Solo quería escucharte decirlo. - dijo un energético peliblanco.

- Tu... eres un Idiot-

La oración no termino, el contrario se empeñaba en repartir pequeños besos por toda su cara haciendo que Key no se exaltará puede que los dos fuesen alfas pero el azabache tenía un temperamento completamente fuerte si sus emociones eran revueltas sin previo aviso
haciendolo molestar, cosa que nunca iba enserio con cierta persona.

- No creas que esto te servirá siempre. -un risueño azabache acariciaba los cabellos del alfa contrario en muestra de tregua.

- ¿Nisiquiera cuando estemos casados?

- Mmm.. eso ya lo veremos.

Los finales felices pueden ser tan fantasiosos e irreales al tal punto de cumplirse.

- ¡Felicidades por su compromiso! ¡Les deseamos lo mejor!

- ¡Se ven tan lindos juntos!

- ¡Es la boda del año!

- Está unión de clanes es sumamente expectacular, tan única y sorprendente.

Los comentarios hacía la joven pareja no dejaban de escucharse por todo el lugar.

Los finales felices pueden ser tan fantasiosos e irreales al tal punto de cumplirse, más no cómo
se desea, hay veces solo queda en ello.

Finales felices fantasiosos e irreales.

Kim Jonghyun fue comprometido con una joven de un clan vecino.

Pensaba que volverle a ver sería imposible, pensaba que al aceptar la realidad todo abría acabado.

Qué equivocado estaba.

Su cuerpo pedía unirse a él y nunca más volverse a separar, las lágrimas y los latidos desbocados eran testigos de aquél sentimiento que se encontraba intacto, siendo inmortalizados por el joven de blanca cabellera y encantadora sonrisa.

Su cachorro comenzó a llorar como si por arte de magia entendiera todo aquello que guardaba su corazón.

- Él está muy triste. - Comento el pequeño cachorro tallando su ojito. - Le duele aquí. - apunto a su pechito arrugando su ropita.

Key no sabía como su cachorro decía aquello de una manera tan desgarradora que sin entender por completo le tomó en brazos de nueva cuenta y lo envolvió en ellos dando un beso suave en su coronilla fallando en el intento al contener sus lágrimas.

Luego de ello el señor Yang no volvió a ver a aquél joven pelinegro de elegante porte.

Pareciera que la desaparición de aquél joven alfa se llevara consigo a aquél caballerito risueño.