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Ya el curso había dado inicio desde hace varios meses, cada estudiante se dedicaba a lo que quería y gustaba de hacer.

Pero para ese tiempo los clubes de voleibol se preparaban para las preliminares del Intercolegial que se encontraba a nada de dar comienzo. Aún faltaba tiempo y se lo tomaban con algo de calma.

O mejor dicho, así era como lo consideraban algunas del club femenino de este deporte.

La semana apenas comenzaba, siendo el segundo día, martes. Aunque era ya medio día con el sol en su mayor punto, indicando la hora de almorzar.

En la azotea de aquel colegio, se encontraba un pequeño grupo de primero hablando entre sí y disfrutando del aire que por allí corría.

-Oigan, ¿ya vieron como juegan los nuevos integrantes del otro club? - dijo una.

-No, ¿por qué? - decía otra.

-Porque según lo que oí, gracias a un extraño ataque lograron ganarle al Aoba Johsai en un partido amistoso.

-Me gustaría verlo.

- ¡¿Verdad que sí?! - exclamaba emocionada al ver que alguien más estaba de acuerdo.

Pero había guardado silencio al ver como se ponía en pie la que se mantuvo hasta ese momento callada.

-No pienso perder - habló para sí misma.

Porque en todo el tiempo que las demás hablaban, ella se mantenía ajena a lo que le rodeaba y absorbida en su mundo. Daba su opinión de vez en cuando, pero eso último que habían comentado le llamó bastante la atención acabando así por escuchar todo.

Volteó a ver a la que segundos antes hablaba muy animada para tomarla de las manos y ponerla de igual forma en pie.

-Michi, ¿podrías hacer unas colocaciones para mí?

- ¡¿Ahora?! - cuestionó ante tal petición.

- ¿Puedes? - decía suavizando la voz.

-Bueno... - aceptó ya desganada, tenía un pobre corazón de pollo.

-Pero a esta hora no abrirán el gimnasio - habló esta vez una tercera persona - Y menos para ti.

-La positividad rebosa en ti, por lo que veo - comentó haciendo que la otra frunciera el ceño - Tú tranquila que sé donde podemos entrenar - le tendió su mano para ser tomada.

Las tres comenzaron a caminar, mientras eran guiadas por la de sugerente idea.

Con el tiempo que llevaban en el club, habían formado una bonita amistad de una confianza mutua.

Hicieron un breve estiramiento al llegar al lugar donde jugarían mientras esperaban a quien había ido en busca de un balón.

Ya de regreso, soltó lo que traía en manos para después buscar un palo que estuviera relativamente cerca.

- ¿Qué haces Aki? - se acercaba viendo como hacía trazos en el suelo.

-¿No es obvio? - continuaba en lo suyo - Hago la cancha.

Si miraban con más atención, de cierta manera tenía la forma de una, aunque estuviese algo chueca.

-Oh.

-Muy bien, ¡vamos a jugar!

Y así, se posicionaron para jugar o entrenar, lo que más les convenían en ese momento. Michi era la colocadora y las otras dos hacían de rematadoras, pero iban alternando los papeles.

El balón iba y venía de un lugar a otro, volando por los aires.

- ¡Lo siento, no apunté bien! - se disculpó la más alta de las tres al hacer que el balón se desviara y tomara altura.

𝐀𝐦𝐨𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐕𝐨𝐥𝐞𝐢𝐛𝐨𝐥 || ʜᴀɪᴋʏᴜᴜ!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora