|04|

23 6 0
                                    


Y vuelvo a decir lo mismo.

Luego de tantos, demasiados, partidos y llegar a jugar hasta el anochecer, ahora se dedicaban a recoger el gimnasio.

- ¿No deberíamos limpiar el piso de nuestro gimnasio y no el de este? - cuestionaba la morena.

-Recuerda que este es nuestro castigo por discutir - le explicaba la castaña.

Y aunque su capitana, Michimiya, solo las había regañado, no esperaban tener que recibir como castigo trapear el piso del gimnasio.

¡Y más si no era el suyo!

- ¿Eres un ángel caído del cielo? - se preguntó Tanaka.

- ¿Eh?

-¡¿Por qué eres tan buena?! - se dijo a sí mismo el líbero del grupo.

Expliquemos lo que pasaba.

La castaña había hablado con todos los integrantes del club masculino, agradeciéndoles por tener el tiempo de haberlas entrenado.

Pero a lo que queremos llegar.

Al ver con la amabilidad con la que había tratado a todos, de cierta forma, los había puesto un poco emotivos. Para demostrar la gran gratitud que tenían hacia ella, tomaron impulso para abrazarla.

- ¡Stoooooop! - gritó la morena reteniéndolos con el trapeador.

Ellos se quedaron quietos al momento.

- Chicos me caen bien, pero no...no hagan eso - decía esta - Aún no tenemos tanta confianza con ustedes en primera.

Habían caído en razón, y se estaban apenando por lo que iba a hacer.

-Peeero - intervenía la castaña - Les puedo acariciar la cabeza.

Y al escuchar aquella sugerencia, los ojos se les iluminaron y se pusieron de rodillas frente a ella.

-Eres una blandengue - dijo su amiga para seguir trapeando.

-Parecen perros.

-Guárdate eso Tsukishima - habló el peli plateado viendo aquello divertido.

Pareciendo echar flores a su alrededor, se fueron felices por recibir algo de afecto femenino. Habían confirmado que era un ángel caído del cielo.

- Viste, - se dirigió a la morena - me quieren más a mí.

-Sigue trapeando - ordenaba para continuar en lo suyo.

Takeri solo le restó importancia para continuar con lo que hacía.

En tanto la otra, que sentía desde hace rato como la observaban, volteaba a ver a los lados hasta llegarse a encontrar la mirada del azabache, fija en ella.

- ¡¿Qué tanto miras?! - inquirió desafiante apuntando con el trapeador.

-Lo que se me pegue la gana - replicó de igual manera.

- ¡¿Ja?!

Y con claros indicios de buscar pelea, que ya la había encontrado, estaba escalando a solo recibir y mandar gritos. Cuando se quiso acercar para enfrentarlo, fue detenida por la castaña que la agarró del cuello de su ropa.

-¿Qué haces?

- Detenerte - respondió con obviedad.

- ¡¿Pero no ves que me está insultando?! - se quejaba tratando de zafarse.

Ya que, el pelinegro aún se seguía riendo de ella, a lo lejos se burlaba y la insultaba.

Pero por imprevisto, tuvo un asalto sorpresivo a sus espaldas por Hinata, que había saltado pateándolo en el proceso para tumbarlo.

𝐀𝐦𝐨𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐕𝐨𝐥𝐞𝐢𝐛𝐨𝐥 || ʜᴀɪᴋʏᴜᴜ!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora