Fuego y Dragones (+21) - Aemond/Aegon Targaryen.

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-Dragonstone-

Habían pasado un par de lunas desde la batalla de Rook's Nest; las manos de Daera habían sanado ya por completo, así mismo Aemond también se encontraba completamente sano y llevando de manera excepcional su posición como Príncipe Regente mientras Aegon apenas comenzaba a levantarse con dificulta y mucho dolor... se rumoraba que el Rey suplicaba la piedad de la muerte, sus gritos de agonía ante cada intento de caminar se escuchaban por todo Red Keep.

Durante este tiempo también se llevaban a cabo varios enfrentamientos entre casas a fin de conseguir apoyo para sus respectivos bandos; varias de las casas que permanecían neutrales declararon su apoyo. Harrenhall finalmente aseguró su lealtad a Rhaenyra, consiguiendo un enorme ejército y el regreso de Daemon a Dragonstone; mientras que los Lannister se unieron a la causa de Aegon.

Debido a todo el caos y la necesidad de poner los números a favor de Rhaenyra durante una reunión del consejo Daera sugirió volar a Astapor para comprar un ejército de inmaculados, a fin de aumentar sus líneas de defensa en tierra, Lord Corlys fue nombrado mano de Rhaenyra y junto con la flota de hierro tenían números a favor en el mar. Jacaerys sugirió conseguir nuevos jinetes de dragón para los dragones que que anidaban en la fosa. Claro que debido a que no quedaban muchos familiares disponibles fue necesario buscar en líneas familiares lejanas. Esta tarea fue llamada Semillas de Dragón, debía llevarse a cabo pronto, antes de que Daera marchara a Astapor, a fin de que Dragonstone no quede desprotegido, sin embargo el primer intento, con el familiar más cercano que encontraron, fue un total fracaso.

Por otro lado en Drinftmark, Bruma, elegía un nuevo jinete, Adam, un bastardo de Lord Corlys, cabe destacar que el dragón básicamente lo estuvo acosando y persiguiendo por la playa hasta que el muchacho no tuvo más remedio que aceptarlo; la noticia de que el dragón fue visto con un jinete llegó a oídos de Rhaenyra y rápidamente tomó la decisión de ir a enfrentar a quien sea que haya osado domar a Bruma. Tras acusar al muchacho de haber domado a un dragón de la casa Targaryen él se excusó asegurando que el dragón lo eligió a él, seguidamente juro lealtad a Rhaenyra y tras un breve interrogatorio durante el cual el muchacho no reveló la identidad de su padre se llegó a una nueva conclusion... bastardos, las semillas de dragón serían bastardos. Con discreción se hizo un llamado a las casas de placer para que anunciaran a cada bastardo de algún Príncipe Targaryen que tendrían la oportunidad de obtener riqueza y títulos si lograban domar a un dragón.

Jacaerys no estaba feliz con esto, aseguraba que debilitaría su futuro reclamo al trono. Él podía jactarse de ser un heredero legítimo, aún cuando sabía que era un bastardo, debido a que tenía un dragón; pero si cualquier bastardo Targaryen podía tener uno ¿qué tenía él para darle seguridad a su reclamo?

— Que importa Jace - murmuraba Daera sentada junto a él a solas en la biblioteca - que importa que tengan dragones, títulos y joyas... Eres hijo de la legítima Reina, eres un Targaryen, fuiste educado para gobernar desde tu nacimiento... nadie está mejor preparado que tú.

— ¿Qué pasa si un bastardo de caballo blanco se siente en el derecho de reclamar el trono? - siseo molesto - cómo peleo contra eso, con que bases...

— Nadie puede desafiar tu reclamo, eres hijo de Rhaenyra - dijo Daera con firmeza - los dragones y las joyas no significan nada... tú apellido y tu sangre significan todo... deja de actuar como un Príncipe Mimado - Jacaerys soltó una risa suave.

— Ese título ya te pertenece Daera - ella levantó sus comisuras sintiendo que Jace se había relajado un poco.

— El Deleite del Reino, ese es mi título - aclaró ella.