El Nuevo Maestro Del Frio

Sentimientos en Caos: Vergüenza, Confusión y Algo Más

La cortina de humo finalmente se disipaba, revelando una imagen que dejaría a todos en las gradas impactados.

EN LAS GRADAS

—¿Ven algo? Apenas y me estoy quitando el polvo de la cara—dijo Sero, sacudiéndose la suciedad que había cubierto su rostro mientras tosía.

—N-no puede ser... ¡Midoriya está...!—Kirishima tragó saliva, incapaz de completar la frase mientras desviaba la mirada.

-¡¿Qué demonios se supone que haces, Deku?! ¡¿Acaso eres Nor-norte?! -gritó Bakugo, la chica explosiva, intentando lanzarse a la arena con chispas en sus manos, pero siendo detenida por sus compañeros.

—Madre mía... ¡Doctor Denki, explíqueme qué está pasando! ¡No puedo creer lo que ven mis oidos!—gritó Mineta, casi llorando con una expresión exageradamente extasiada.

Momo, por su parte, no decía nada, pero un aura gélida se formaba a su alrededor. Una pequeña mueca de desagrado se dibujaba en sus labios mientras fruncía ligeramente el ceño. Sus compañeros cercanos no tardaron en notar el cambio, y de forma cómica comenzaron a agachar la cabeza, como si ofrecieran sus condolencias, mientras otros hacían la señal de la cruz.

—Izumi estará en graves problemas... o quizás Midoriya. Alguien, por favor, ¡ayúdenlos!—comentó Mina con un tono entre preocupado y jocoso.

—¿A quién?—preguntó Denki, rascándose la cabeza.

—A ambos, creo... Yo mejor iré al baño; creo que la comida de afuera me cayó mal—murmuró Mina mientras se levantaba de forma disimulada.

—Te acompaño, Mina-chan, gero—añadió Tsuyu, siguiéndola.

DE REGRESO EN LA ARENA

—I-Izuku... ¡Quítate de encima! ¡E-Esto es v-vergonzoso! P-pervertido...

Izuku, suspiraba mirando de forma disimulada a otro lado con su expresión neutra pero pasando por desapercibido un rubor en sus mejillas.

—No te muevas o te verán—explico Izuku con sus manos encima, agarrando las esferas grandes y esponjosas de su hermana que lo ponían un tanto nervioso.

La multitud en las gradas no podía dejar de murmurar y comentar la escena. Bakugo, cada vez más enfurecida, forcejeaba para liberarse de los brazos de Kirishima y Sero, gritando improperios hacia Midoriya por la situación.

—¡Deja de seguirle tocando las malditas tet-...Deku! ¡Si quieres que te maten, solo dímelo y lo hago yo!— vociferaba Bakugo molesta a más no poder.

Izuku seguía sin expresar ninguna emoción pero era consciente de la escena en la que se encontraba y sabia lo que pasaría luego. La mirada de ella paso de ser la de una chica tímida y avergonzada a esbozar una mueca de burla y satisfacción.

—Mmm... ¿Te gusta esto, hermanito?—murmuró ella, acercándose peligrosamente a su oído—Podemos continuar luego si lo disfrutas tanto...

—No, en lo absoluto—exclamo izuku de forma tajante, con su expresión inalterable. Con un suspiro alzo su mano creando un muro de hielo cubriendo a ambos de la miradas del publico y de bakugo.

Mientras el hielo se formaba, los murmullos en las gradas se intensificaron. Dentro del muro, la hermana de Izuku soltó una risita mientras Izuku simplemente cerraba los ojos, resignado a su destino. Pero antes de que pudiera relajarse, sintió un tirón en su mejilla.

—Ay... ¿por qué tienes que ser tan aburrido? Un poco de emoción no te mataría, ¿sabes?—le reprochó ella, soltándolo con una sonrisa juguetona.