Capitulo 13.

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El Álamo, Sinaloa. México.
Abril 15, 12:44 p.m.
Iván Guzmán

— Hasta que me sacaron del pinche hospital, ya estaba que me empezaba a enraizar a la cama.

— Antes dí que la libraste, Iván. — dijo Don Mayo.

— Hacen mucho pancho, ome, pal rozón que me dieron — dije poniéndole cuidado al brazo que traía dentro de un cabestrillo, el cual inmovilizaba mi brazo evitando que realizará movimientos muy bruscos.

— Pues pa' ser un rozón casi mueres desangrando, baboso. — dijo Vicente.

Ya pasaron un par de días desde el pedo que hubo, no me dejaron salir del hospital hasta que se aseguraron que estaba totalmente fuera de peligro, fue mucha sangre la que perdí y gracias a eso se me descontrolaron machín los niveles.

— Entonces qué, ora si me van a decir quién fue?.— todo lo que estuve internado no supe nada del jale, nadie me quiso decir nada.

Todos se quedaron callados unos momentos, como no queriéndome dar una respuesta, hasta que por fin Serafín hablo

— Fue la gente del H.

Sentí que la sangre se calentó en mis venas.

— Ora que quieren esos pendejos?.— Pregunté.

— Corrió muy rápido el rumor de que nos volvimos a juntar, eso a muchos no les conviene, incluyendo a los Beltrán.— respondió Vicente.

— Entonces qué vamos a hacer?.

— Tú, por lo pronto, centrarte en cuidarte pa' que pronto andes bien al 100. — me dijo Don Mayo.

— Yo ando al mero putazo, no me voy a quedar aquí de brazos cruzados viendo como ustedes andan pa' arriba y pa' abajo.

— No seas pinche terco. — dijo Ovidio.

— No es una pregunta, wey, te vas a quedar aquí en lo que te compones bien del hombro, ya después vemos que hacemos. — hablo Alfredo.

— Pero por qué aquí y no en la casa?.

— Estos días que estuviste en el hospital hubieron varios pedos, por el momento no es seguro agarrar camino pa' Badiraguato.

— Y por qué chingados no me dijeron nada, pues?. El plomazo me lo dieron en el hombro no en la pinche maceta.

— Relájate, Iván, si no te dijimos nada fue por qué no era seguro hablar de estos temas en el hospital, acuérdate que las paredes tienen oídos.

— Que paso, pues, hablen.

— El día de la balacera El Phoenix agarro a dos vatos que le corrieron a los balazos, uno de esos fue el que soltó todo. No se cómo, el H supo que nosotros ya estábamos enterados de todo y se empezó a mover queriendonos sacar ventaja, se empezaron a ver trocas con placas de Baja California rondar por tierras sinaloenses, su gente empezo a quererse meter a nuestro terreno pero como somos mayoría pronto les dimos pa' abajo.

Me comenzaron a relatar todo lo que pasó estos días, y con forme me iban contando la sangre hervía cada vez más dentro de mis venas.

— Perra madre! — me jale el cabello con la mano que no tenía inmovilizada cuando me acabaron de contar — Quién más sabe de esto?.

— La pura familia y la gente de más confianza.

— Entonces que se va a hacer? — pregunté.

— Por el momento cuidarnos los pasos, todavía no sabemos si hay algún infiltrado en nuestra gente — contesto Alfredo.

Dejamos la plática de lado y Serafín me llevo hasta el cuarto donde me voy a quedar estos días.

— Pasale — dijo abriendo la puerta y haciéndose a un lado dejando que yo pasará primero seguido de él.

— Arre pues, gracias — agradecí y me senté en la cama.

Nos quedamos unos segundos en silencio y después Serafín dijo.

— Ya sueltala.

— Que cosa?.

— Ya pregunta por la Camila — me quedé callado viéndolo — Desde que llegaste nomás te bailan los ojos de voltear pa' todos lados a ver si de casualidad la vez.

Tenía razón. La última vez que estuvo en el hospital me dijo que en cuando le dieran chanza iba a entrar otra vez a verme y nomás no volvió.

— Onta tu carnala? — dije después de un momento de silencio.

Serafín suspiro sentándose en una silla que estaba frente a la cama.

— El otro día, cuando salió de verte, nos pregunto quién le había puesto el 4 a Vicente — me quedé callado escuchando lo que me estaba diciendo — Ni Ovidio ni yo le quisimos decir, porque no era el lugar de ponernos a hablar de eso y nomás le dijimos que le preguntará a Vicente, que él era el que se estaba encargando de ese pedo. De rato cuando vine a traerla a la casa se peleó con mi apá porque no le quiso decir quién fue y le prohibió salir de la casa, al menos en lo que se calmaban las aguas.

— Pero, por qué no le quiso decir? — bajo la mirada al piso y segundos después la volvió a alzar fijando su mirada en la mía, acto que me hizo dar cuenta de que su semblante era una mezcla de tristeza y coraje.

— A mi no me toca decirte eso — hablo por fin con la mandíbula apretada, como si deberás se estuviera reteniendo de decir algo — Lo que te puedo decir es que es algo gacho, no es cualquier cosa. Y si mi apa no le dijo nada fue por la salud mental de Camila, y si Camila no fue a verte al hospital fue por qué no se pudo escapar las veces que lo intento.

La calma quiso entrar a mi cuerpo al saber que si Camila no fue al hospital fue por qué no la dejaron y no porque no quiso, pero la duda tomo su lugar y la cabeza se me lleno en posibles 'por qué' de que Don Mayo no le dijo nada.

¿Salud mental?

Que vergas paso como pa' meter la salud mental en todo esto.

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Holaaa!
Perdonenme la vida, me perdí un rato pero estoy de vuelta.

Me pierdo unos cuantos días y hasta agarran al Mayo y se hace un desmadre en Culiacán 🥲 (Si, ya se que ya no es noticia nueva).

Pero en fin, dejen su estrellita y su comentario haciéndome saber si les está gustando esto, aveces me desánimo por no saber que les está pareciendo o que onda y eso hace que me pierda tanto tiempo :'(.

¿Que creen que es lo que Serafín no le puede decir a Iván?.

Los leo pronto, un besoo!. 😘

La Princesa | I.A.G.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora