Me desperté de un brinco.
Y me fui corriendo hasta la cafetería del centro.
Esperaba con ansias volverte a ver, como aquel día.
Llegué con prisas, pidiendo mi típica taza matutina de café.
A la vez que me sentaba cerca de la abandonada mesa aquella.
Que demandaba tu presencia.
Un sorbo, aún no llegabas.
Dos sorbos, ¿tal vez era temprano?
Tres sorbos y la campanilla de la puerta daba paso a tu frágil y pequeño cuerpo.
Sonreí a la vez que el cuarto sorbo embriagaba mis labios con su amargo sabor.
Te acercaste a la caja y con una tenue sonrisa tomaste una blanquecina taza mediana. ¿Qué bebías?
Moría por saberlo.
Te derijiste complacida a tu mesa.
Y yo expectante te observaba.
Tomaste asiento, sonriendo.
Y un suspiró escapo de mis adentros.
¡Qué hermosa eras!
Necesitaba conocerte.
No; te conocería.
Bella mujercita de cafetería...
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El amor en tiempos de Cafetería
Random«Una taza. Una historia ». . . . . . . . . Coffe, El amor en tiempos de Cafetería©. Todos los derechos reservados. Portada hecha por @obitomai