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El otoño llegaba a su fin.

Y de igual manera tu presencia.

Ya no acudías con frecuencia.

Y tu aroma ya no me embriagaba.

¿Dónde estabas?

Recuerdo con júbilo la esencia que enmendaba tu suave y blanquecina piel al momento que mis labios tocaron tal obra.

Juro que, en aquel momento. ..

Me sentí infinito.

Me sentí infinito, porque no existe palabra que defina la sensación que pase en aquel momento.

Me pregunto, ¿tú también lo sentiste?

¿Sentiste lo que mismo que yo?

N/A:

1- Escribo porque me apasiona hacerlo, no porque quiera ganar seguidores.

2- No poseo mucho tiempo, por eso las actualizaciones son lentas.

3- Sé que hay dos o tres personas que me leen; se los agradezco.

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El amor en tiempos de  CafeteríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora