¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝟎𝟏𝟐. los lazos que unen ─────────────
Lia
—¿Queréis que haga que?— cuestioné, totalmente confusa. Miré a mi hermana y a Bonnie sin saber que decir.
—Tenemos otra alternativa— me hizo saber la segunda mencionada. —Pero creo que es más difícil encontrar a mi madre que hacer que tu uses tus poderes de bruja... o de lo que sea que te esté ocurriendo— me hizo saber. Yo me frené en seco.
—¿Tú madre?— pregunté confusa.
—He tenido varias pesadillas sobre los ataúdes de la familia de Klaus, algo me dice que el que no se puede abrir es la clave para poder matarlo, pero... no tengo la magia suficiente. Al principio no reconocía la mujer de mis sueños pero luego me di cuenta de que era mi madre— me explicó.
—¿Y que pinto yo en todo esto?
—Bueno, no es un secreto que sepamos que te está pasando algo, Lia, además, mis sueños dicen que eres mucho más poderosa que yo, aunque todavía no sé muy bien que significa eso— me hizo saber.
Genial, más problemas. Elena se acercó a la mesa del comedor, soltando un par de documentos en esta.
—En el caso de que no estés segura de hacerlo, le he pedido a la sheriff Forbes que me mandara una ficha de cada Abby Bennett soltera del país— explicó, vi las hojas caer en la mesa y observé que habían bastantes.
—Es surrealista buscar a una mujer que abandonó a su hija— comentó Bonnie, seria.
—No tienes porque hacerlo— murmuré por lo bajo. —Puede que no sepa controlar lo que sea que tenga, pero, puedo intentarlo— dije esperanzada, aunque eso significara que me daba mucho miedo.
No sabía lo que era capaz de hacer, ni cual era mi límite, no sabía nada. Todas las veces que había sucedido algo era porque estaba enfadada y había perdido el control, porque tenía ganas de gritar, de ser escuchada. Me asustaba el pensar en volver hacerlo.
—Abby Bennett Wilson, Monroe, Carolina del Norte— comentó Damon, abriendo la puerta de casa. —Nació en el hospital de Mystic Falls, se graduó en el instituto de Mystic Falls, bla bla bla...— explicó, extendiéndole a Bonnie unos papeles. —Un pelín de coacción siempre ayuda.
—Es ella— definió Bonnie.
—Sí, viaje en carretera— comentó Damon sin ilusión ninguna. —Yo me pido delante— nos hizo saber.
—No vas a venir, Damon— le interrumpió Elena.
—¿Por qué? Yo soy el que la encontré.
—Bonnie lleva sin ver a su madre 15 años— explicó mi hermana. —No quiero oírte metiendo cizaña en cada cosa que pase— ambos se quedaron mirándose unos instantes.
