Cuatro

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Taehyung

Veo a Jungkook alejarse a zancadas.

Todo el día me he estado volviendo loco. Pensando en lo que pasó anoche. Entré en la tienda para hablar con Yoongi.

Vi a Jungkook y me quedé helado.

Aún podía oler su fresco aroma mezclado con toques de tabaco. Recuerdo la vista de sus pestañas agitándose, esos ojos aceitunados oscureciéndose, y el sabor a menta y hierba. Recuerdo cómo era, todo piel suave y pálido y músculos duros.

Pongo la marcha atrás y me dirijo hacia el gimnasio mientras me tiemblan los dedos contra el volante.

Al entrar, reprimo una maldición al ver a algunos chicos que ya están haciendo ejercicio.

-Mira quién ha venido a unirse a nosotros -Jasper sonríe, hinchando el pecho mientras da zancadas hacia mí.

-Oye, Kim, ¿tienes sexo este fin de semana? -dice Garett, moviendo las caderas y cerrando los ojos mientras gime.

Deacon se une. -¡Claro que sí! Tú lo harías si tuvieras a alguien como Ash.

No me pierdo cómo Jasper se da la vuelta, el músculo de su mandíbula apretado. Sí, tiene una cara de póquer de mierda.

Gruño en respuesta, cruzando los brazos sobre el pecho y sin ganas de seguirle el juego. El movimiento hace que todos los chicos se callen.

Es increíble cómo la gente no escucha y solo ve lo que quiere. Ni una sola vez admití haberme acostado con Ash o haberles dicho que estábamos saliendo.

Jungkook me leyó mejor antes que estos tipos que me conocen de toda la maldita vida.

Les lanzo una mirada gélida, antes de cruzar la habitación y dirigirme directamente al saco de boxeo. Lo golpeo una y otra vez hasta que los nudillos se me ponen en carne viva y el sudor me entra por los ojos. Envuelvo el saco con los brazos y resoplo con fuerza.

Me vienen a la mente los recuerdos de aquellos besos, y la respiración entrecortada de Jungkook resuena en mi cráneo.

-¡No! -Aporreo la bolsa con la mano, gritando con cada golpe. Me pasé la vida escondiéndome, asegurándome de no resbalar.

Nunca había besado a un chico y odio los pensamientos que entran en mi cabeza.

No hay lugar más homófobo que un vestuario. Pasé años escuchándolo todo. Los comentarios feos salían de mis amigos, y me avergüenza admitir que de mí también. Sentado en primera fila mientras predicaban sobre los pecados de un hombre estando con otro.

Leí los insultos homófobos que los alumnos escribían sobre la taquilla de Jungkook, que él ignoraba, y vi cómo lo trataban los alumnos. Lo empujaban, le quitaban los libros de las manos y lo convertían en un marginado.

Cierro los ojos porque estaba allí, delante y en el centro, una sonrisa burlona cubriendo mi cara, amando el odio que le daban. Significaba que mientras ellos se burlaban de él, nadie me observaba a mí mirar a Jungkook.

Anoche algo cambió, y me hizo cuestionarlo todo.

Si estaba tan mal, ¿por qué demonios me sentía tan bien? ¡Tan condenadamente bien!

-Oye, hermano, ¿estás bien? -Me giro para ver a Jasper de pie mirándome.

Agarró la toalla y me limpió la cara, cerrando todas las emociones demasiado cerca de la superficie y tirando de la frialdad de nuevo a mis ojos, mientras la cuelgo sobre mi cuello.

-Sí.

-¿Qué fue eso con Ash anoche? Es la chica más caliente de esta ciudad.

Evitó que la sonrisa de satisfacción se dibuje en mis labios. Está pescando, queriendo saber qué siento por Ash y si es libre de hacer su jugada.

Love Hate •KookV• •Taekook•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora