Love Hate •KookV• •Taekook•

Treinta y siete

Jungkook

 

Me miro en el espejo, repaso mis rasgos, los que Taehyung me dijo que le encantan.

Y me doy cuenta de que ya no duele mirarme.

Una lágrima cae por mi mejilla mientras dejo salir de su prisión al niño que hay en lo más profundo de mi alma y siento caer las últimas espinas de mi corazón.

Escuchar la risa de Bea y las voces de mis amigos y familiares. Era querido.

Era amado.

Era digno de ello.

Ya no me odiaba, porque no es solo a  Taehyung y a nosotros a quienes había dado una segunda oportunidad. Era a mí mismo.

Me había vuelto a enamorar del chico que era.

—Oye, ¿estás bien?

Me giro para mirar a  Taehyung apoyado en el mostrador.

—Sí, —Le rodeo el cuello con el brazo y le doy un suave beso en los labios—. Más que bien.

Sonríe, con una pizca de miedo en los ojos.

Le pasó los dedos por la mandíbula. —Fue idea mía. No tienes por qué hacerlo tú también.

Taehyung niega con la cabeza. —Estamos haciendo esto juntos — Asiente como si tratara de convencerse a sí mismo.

Taehyung enlaza nuestros dedos mientras entramos en la sala de estar, viendo a papá jugando con Bea, que ha empezado a llamarlo abuelo desde el compromiso.

Ruby está apoyada en la pared, con una suave sonrisa en los labios y una mano en su creciente barriga mientras los observa. La luz refleja el diamante de su anillo de compromiso.

Sí, por fin papá le ha pedido matrimonio y se casarán el año que viene, después de que nazca el bebé.

La casa está constantemente llena de ruido y amor. Se ha convertido en lo que  Taehyung siempre quiso. Un hogar familiar y lo que yo siempre había visto como mi hogar.

Bea nos ve y corre hacia nosotros.  Taehyung la levanta en el aire y se frotan las narices. Odiará cuando ella supere esta fase. Espero que no pase en años. Bea está cambiando tanto todo el tiempo.

—Hasta luego, papi —Salta hacia mí y la tomo mientras me sujeta la cara. Empezó a hacerlo después de ver a  Taehyung hacer lo mismo—. Hasta luego, papá.

Esas palabras me ahogan cada vez que las oigo.

—Te amo, pequeña —Sonríe y se contonea para que la deje en el suelo, volviendo con papá, que está coloreando con ella. Le encantan los colores. Algún día será una artista y dominará la maldita ciudad con confianza.

—¿Nervioso? —Ruby le sonríe a Taehyung.

—Déjalo en paz —Me río mientras él intenta no poner mala cara.

—Siempre puedes echarte atrás —Como una nenaza, lo deja sin decir, haciéndome sonreír.

Taehyung dejó que le perforara los pezones como sorpresa. Al parecer, mi marido no es un fan del dolor y terminó con un solo pezón hecho.

—Cállate, suegra monstruosa — Taehyung sonríe, haciendo que los ojos de Ruby se entrecierren.

Ruby se convertiría en mi madrastra, pero todos acordamos seguir como hasta ahora. Lo hacía todo menos complicado. Sin embargo, Taehyung no podía evitar las bromas de mamá en cualquier oportunidad.

—Espero que duela —Sonríe dulcemente.

—Eso es cruel — Taehyung frunce el ceño, haciéndome reír—. Ya tengo uno —Levanta la barbilla.

—Ese bebé no cuenta —Me devuelve la sonrisa antes de caminar para reunirse con papá y Bea.

—Tu hermano me dijo una vez que nunca la molestara después de ver como le atravesaba el pene con la aguja… advertencia justa —Le guiño, haciendo que sus ojos se abran de par en par.

Empujo la puerta para abrir Marked. Yoongi levanta la vista. Todavía no ha vuelto al trabajo, pero ha querido venir hoy, diciendo que sería él quien entintaría a su hermano.

—¿Estás bien? —le pregunta a Taehyung, intentando contener una sonrisa burlona.

—Bien, —dice Taehyung, quitándose la camiseta y tumbándose en el banco.

Jeimin niega con la cabeza, pretendiendo contener la suya mientras yo me acerco y me quito la mía.

Dos horas después, Jeimin limpia la tinta. En el lado izquierdo de mi pecho hay un corazón con espinas protegiéndolo. El nombre de  Taehyung parece tallado en el corazón.

—Hombre —jadeo. Es increíble, desde los colores hasta el sombreado, sin duda su mejor trabajo hasta la fecha.

A mi lado se oye un silbido y miro por el espejo a Taehyung, que levanta los dedos y los suelta, sabiendo que no puede tocarlo.

—Es precioso.

—Las espinas son para protegerte. Siempre protegeré tu corazón — Me besa el hombro desnudo.

Mis ojos se posan en su pecho mientras estudio la tinta en el mismo lugar dónde está el mío. Dos manos sostienen un corazón rojo brillante con mi nombre en el centro.

—Bebé…

Me aprieta la mandíbula. —Siempre sostendré tu corazón —Sonrío— . Nunca te librarás de mí.

Sacude la cabeza. —No quiero, además lo hemos sellado con tinta — Los labios de  Taehyung se encuentran con los míos, y una tos nos separa para ver a Yoongi apoyado en la pared.

—Su luna de miel no empieza hasta dentro de unos meses —Sus labios se curvan mientras Jeimin se esfuerza en limpiar su puesto.

Nos vestimos, incapaces de apartar la mirada el uno del otro, mientras un profundo rugido llena el aire. Agarro a  Taehyung de la mano y lo llevo fuera mientras un Dodge Charger se detiene a nuestro lado.

Mira entre el coche y yo. —¿Es este?

—Encontré al hombre que lo compró, le expliqué nuestra historia y me lo volvió a vender.

Andrew se baja y sonríe. —Es un coche muy bonito.

—Es una chica —dice Taehyung, el cual no ha quitado los ojos del coche. Andrew le lanza las llaves, que él toma, y se gira hacia mí.

—¿Listo para dar una vuelta?

Sonrío y salto al asiento del copiloto cuando  Taehyung sube. Mueve la cabeza, mete las llaves y cierra los ojos mientras los motores se encienden.

—Gracias por darme una familia, un lugar en el mundo. Por quererme y por volver.

—Siempre volveré a ti. Siempre.

No mucha gente tiene una segunda oportunidad. Maldita sea, algunos ni siquiera tienen una primera.

Entonces, ¿qué haces si tienes la suerte de tener una?

Aprendes de tus errores y creces a partir del dolor. Luchas por ella, la tomas y pasas el resto de tu vida asegurándote de no desperdiciarla.

Ambos nos hemos roto. Nos habíamos hecho daño. Habíamos odiado y amado.

Habíamos sobrevivido a penas, cicatrices y lágrimas.

Todo comenzó como un plan de venganza, y terminamos encontrando nuestro verdadero amor.

Ahora, es nuestro momento.

De conseguir nuestro hermoso comienzo.

Fin