Veintiocho

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Jungkook

—¿Eso es obra de mi hermano?

Me frotó la mandíbula con la mano, asintiendo con una mueca de dolor. —Sí, sobreviviré. Podría haber sido peor. Podría haberme dado una patada en los huevos.

Yoongi suelta una carcajada, sujetándose el costado, mientras yo sonrío. Ambos recordamos cuando le hice eso mismo a Taehyung.

Levanta la barbilla hacia la silla y me observa hasta que me siento.

—Vino por ti el día que te fuiste. Se volvió loco y me hizo llevarlo a tu caravana, donde tu padre lo mando a la mierda.  Taehyung no creyó que te hubieras ido. No paraba de decir cosas sobre enojarse, hablarlo —Una línea aparece entre sus cejas como si aún no tuviera sentido, sin embargo, yo lo sabía porque eran las palabras que le había lanzado a Taehyung. Las que me escupió en el garaje.

Nos peleamos. Nos enfadamos. Lo hablamos.

Lo arreglamos.

—No se lo creyó hasta que vio el coche. No sé lo que era, pero después de eso… Se apagó y se fue a un lugar oscuro.

Exhalo un suspiro. Habíamos construido ese coche juntos. Era simbólico para nosotros, tomando todas nuestras partes rotas y juntándolas de nuevo. Cuando lo destrocé, nos separé física y metafóricamente. Es algo de lo que todavía me siento culpable. Era el coche de su abuelo.

—Ruby me lo contó y me dio los detalles ayer —Suelto un fuerte suspiro y sacudo la cabeza—. Cada vez que alguien intentaba contarme algo sobre este lugar, los detenía. Los hacía callar. Actuaba como un maldito cobarde. No sabía lo de Ash y Jasper, nada de eso.

—Lo supuse —Él asiente—. No eres una mala persona, Jungkook. Pude ver que estabas dolido. También es la razón por la que nunca me acerqué.

—Deberías darme una patada en las pelotas. Me diste una oportunidad en esta ciudad. Todavía te respeto. Puede que no te haya tendido la mano, aunque pensé en ti.

Yoongi me ofrece una sonrisa tensa mientras intenta ponerse cómodo en la cama, cerrando los ojos por un momento mientras el dolor cubre sus rasgos. Cuando abre los ojos, los tiene vidriosos.—Lo entiendo, y por mucho que le doliera a mi hermano, aún te duele, necesitabas ir y encontrarte a ti mismo.

Me pasó una mano por la cara y apoyó los codos en las rodillas.

—Ruby dijo algo parecido —digo, estudiando el suelo, inclinando la cabeza.

—Oye —suelta, haciendo que levante la vista hacia él—. Todos pudimos ver lo que este lugar te había hecho. Incluso Taehyung, aunque nunca lo admitiera.

—Me llevó mucho tiempo arreglar toda la mierda que tenía en la cabeza.

Ladea la cabeza. —¿Y ahora?

Lo miro a los ojos y sonrío. —Estoy bien.

Los labios de Yoongi se curvan. —Me alegro mucho de oír eso. ¿Has pensado en mi oferta?

Me reclino en la silla, rascándome la mandíbula, dejándolo colgado un momento. El muy tonto se lo merece después de tenderme una emboscada y enviarme al garaje sabiendo que  Taehyung estaba allí.

—Le pediré las llaves a Ruby mañana y abriremos el lunes.

La culpa me atraviesa el estómago al ver cómo se le cae la tensión mientras se recuesta en las almohadas, soltando un suspiro.

—Gracias, hombre, ¿y tu jefe estará bien?

—Mi socio —Sonrío. Los ojos de Yoongi se abren de par en par y me devuelve la sonrisa.

Love Hate •KookV• •Taekook•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora