Acoatl
Estuvimos andando sin rumbo, ya que Nelli no lograba recordar la dirección correcta. Sin embargo, a medida que avanzábamos por el camino, comenzamos a notar un cambio en el paisaje. Los árboles secos y la tierra árida se hacían más evidentes, a pesar del clima templado que nos rodeaba. Este panorama me recordó el trayecto de Petén a Quiché, donde también había visto tierras en condiciones similares, recordé que Gerardo dijo que en Huehuetenango y Totonicapán estaba pasando lo mismo. Tal vez ya estaba sobre pensando pero me preocupaba el alcance que esto tenía, y solo íbamos a revisar un par de hectáreas.
Finalmente llegamos a nuestro destino y allí estaba Ruth, en el centro del campo, sosteniendo algo al cielo una especie de plato con algo quemándose y sacando bastante humo, sentí un olor a copal y otras hierbas que se mezcló con el olor a humedad y putrefacción de la tierra, hice una mueca de asco e intente ignorar ese aroma lo mejor que pude, me sentí como caminar en cáscaras de huevo cuando pise la tierra del terreno. Don Efraín, que la observaba a la distancia nos volteo a ver cuando llegamos, tenía una expresión en su rostro que era difícil de descifrar; una mezcla de decepción y molestia absoluta.
-Llegan bastante tarde -dijo de manera despectiva, escupiendo a la tierra con desdén.
Levanté una ceja ante su actitud pero no lo pensé demasiado, Nelli decidió ignorarlo. ¿Cuál era su problema?, decidí no dejar que sus malas miradas me afectan. Volví a centrarme en Ruth, quien se acercó con una sonrisa amable al vernos.
-¡Hola! -saludó.
-¡Hola!, ¿encontró algo?
Ruth miró la bandeja con una expresión de preocupación.
-Es extraño... No hay forma de que nada vuelva a crecer- dijo, su voz llena de inquietud.- se que incluso analizaron la tierra en laboratorios y no hay rastro de químicos, es como si la hubieran salado o algo así aunque no hay rastro de nada. No tiene ningún sentido -dijo, bajando la mirada al plato en busca de respuestas entre las cenizas-. Creo en la ciencia, pero ni eso pudo dar una respuesta, al menos espero que esto sí lo haga.
Efrain, se alejó hacia su carro en silencio esperando a que lo siguiéramos. Entonces sacó un mapa y lo extendió sobre el capó del vehículo, que fue entonces que nos acercamos.
-Miren, estas son todas las áreas que tenemos que ver -dijo, marcando con un resaltador rojo varios círculos en el mapa-. Vamos a seguir por esta, que está más cerca. Luego, podemos ir a estas otras dos y mañana seguimos con el resto.- dijo y luego volvió a guardar el mapa para ahora si subir a su carro.
Rápido, todos subimos a nuestros respectivos carros para seguirle el ritmo, y en poco tiempo ya estábamos avanzando por el camino, siguiendo a Efrain. Por un momento, pensé que pararíamos al pasar por otro terreno afectado, pero los carros siguieron de largo y yo solo los seguí. Cuando finalmente paramos en el siguiente terreno, me acerqué a Efrain.
-¿Qué pasa con el terreno de antes?,¿por qué no paramos? -pregunté, confundido.
-Fue vendido, ya no importa -respondió Efrain sin más, como si el tema no tuviera relevancia.
-No sabía, pero... -antes de que pudiera formular más preguntas, Efrain me interrumpió.
-Si hubieras llegado temprano, entonces te habrías enterado. Ahora ve a hacer tu trabajo, no tenemos todo el día -dijo Efrain, y se alejó no sin antes poder alcanzarlo a oír decir entre murmullos- pinche indio.
Me mordí la lengua tan fuerte que me dolió e ignoré su actitud una vez más y me dirigí a Nelli.
-¿Tú sabías algo? -le pregunté, buscando respuestas.
![](https://img.wattpad.com/cover/371603262-288-k133438.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Espejo de Obsidiana
FantasyMactzil creció sumergido en un mundo de mitos y leyendas, donde las historias de su padre danzaban en su mente como estrellas brillantes en la noche. Cada relato lo hacía sentir que era capaz de lo imposible. Su corazón ardía con un deseo inquebrant...