Deja mi cabello

2 0 0
                                    

                                                                                     Mactzil

La casa de la abuela era un lugar de un solo piso que alberga largos pasillos adornados con puertas que conducían a las habitaciones y salas de estudio. Se sentía como caminar por un laberinto. Nos detuvimos frente a una puerta de madera, se escuchaba ruido del otro lado.

Mauricio abrió la puerta y entró, yo me asomé y vi a Daniel sentado frente a la computadora, el solo Miro por encima del hombro saludando con la cabeza para luego volver a la computadora, Mauricio le dio un pequeño empujón.

-vos no seas grosero y saluda- dijo Mauricio molesto por su actitud.

-después- respondió Daniel secamente.

Mauricio negó con la cabeza y me dio una mirada de "¿vez lo que tengo que soportar?". Mauricio salió y cerró la puerta, Santiago se había quedado en el pasillo esperándonos, a él nunca le ha caído bien Daniel solo verlo lo molestaba y no lo culpaba, Daniel siempre había sido un cabrón desde que lo conosco.

Entonces alguien nos llamó desde el otro lado del pasillo.

-Mactzil y Santi!.

Era la tía Magui caminando hacia nosotros con los brazos abiertos lista para abrazarnos, sus extensiones de rulos se movían suavemente Al caminar, El diseño de sus uñas daba la ilusión de flores, traía Maquillaje como si fuera a salir aunque acababa de llegar del salón de belleza por lo que podía decir.

- ¡No los había visto!- dijo alegre, intente mantener Algo de distancia pero me Dio un fuerte abrazo, sentí El olor de su perfume picarme la nariz, luego me Dio un beso en la mejilla, aunque Santi intento dejarlo en un abrazo no se salvó de que Ella le dejara estampados los labios en su cachete.

Santi de inmediato se tallo la mejilla en un intento por quitarse el labial pero solo lo regó más.

-¿que? ¿Te molesta tanto ver a tu tía?-dijo fingiendo dolencia.

- Ma déjalos-dijo Mauricio- solo están cansados

-Si más tarde nos pondremos al día tía-dije. Un más tarde que nunca llegaría, no me iba a meter en una conversación con tía Magui solo para que se quejara de mi aspecto por quinta séptima Octava vez o me contara otra historia de que alguna de sus amigas andaba en no se donde y no la había invitado. Tia Magui puso una Mirada Medio triste.

-oh está bien, hablamos después y ahí me cuentas si te funciono el alisado que te mande en tu cumpleaños porque no veo que te haya hecho efecto dijo tomando uno de mis rizos de manera despectiva.

!No hizo efecto porque nunca lo use!, tengo la maldicion del pelo colocho heredado por parte de mi mama biologica, bonito a la vista pero cuesta peinarlo aunque no tanto, pero para mi tia mi pelo es como una abominacion que deve ser eradicado, si tubiera un quetzal por cada vez que me a dicho "te verias bonita con pelo liso" o "deverias cortarte el pelo" podria comprarme todo el departamento de Quiche. Por cierto ese alisado lo vendí, prefiero seguir fingiendo que fue un lindo regalo de ella a meterme a discutir.

-bueno fue hace mucho el efecto debió irse-dije al final apartando suavemente su mano.

-pero la duración es de 6 meses -dijo tía Magui.

-más tarde hablan Ma ahorita tienen que desempacar-dijo Mauricio.

Le agradecí internamente. Mi tía nos sonrió, se despidió y se fue. Llegamos finalmente al cuarto y empezamos a desempacar. Mauricio cerró la puerta.

-siento lo del almuerzo- dijo Mau con pena- y lo de mi mama.

Le di una mirada compasiva, sabía que debía ser vergonzoso tener que mantener a raya a sus propios padres.

Espejo de ObsidianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora