Acoatl
-¿Me estás diciendo que el mismo cadáver que encontraron hoy es del animal que atacó su gallinero ayer?-dijo Gerardo aún analizando mi explicación- por lo que se ese cadáver parece que llevaba días de putrefacción, ¿como puede ser que sea del mismo?,¿y que tiene que ver con los sembrados?
Analizando más las cosas eran demasiadas coincidencias, aunque también improvise un poco para intentar convencerlo.
- Siempre que después encuentran un cadáver todo se seca, piense en las últimas muertes y sus ubicaciones estoy seguro que son muchas coincidencias como para no creerlo - dije intentando persuadirlo.
Gerardo me miró con una expresión indescifrable dudando de mis palabras.
-Solo acepte que ayudaras con los maizales, no es por no entender o ser malo, pero la mayoría de granjeros no estuvieron muy de acuerdo en que brujos urgen entre sus tierras, ahora con hurgar en la morgue,-negó levemente con la cabeza- no basta con solo una creencia necesito hechos y pruebas.-dijo Gerardo firmemente
-pues mientras arreglaba la cerca encontré pelo- planeaba usarlo para averiguar quién fue el que atacó pero como estaba muerto (si es que era el mismo) no serviría de mucho - ¿que le parece una mitad verdad?
Gerardo cerró los ojos meditando debatiéndose en si aceptar o no, en mi interior rogué porque aceptara.
-deja que lo haga por favor, después de meses finalmente tenemos algo-insistió Nelli.
Gerardo dio un suspiro de derrota- está bien, mandame esa muestra- accedió,- Pero solo después de analizar el pelo, si sale una coincidencia dejaré que revises el cadáver- dijo aun percibiendo algo de duda en su voz- y les sugiero que esto se mantenga entre nosotros , que tengan buena tarde.- dijo él y se fue desapareciendo por los pasillos.
Al menos logramos algo, salimos de la municipalidad con algo de esperanza.
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Tuvimos que regresar con Ruth y Efrain para terminar con la ruta de hoy, después de horas de ir de un lado al otro, y recibir regaños de Efraín del tipo:, "a si no se hace", "no lo estas haciendo bien", "dejame lo are yo", parece que su antipatía se multiplicó luego de que me fuera y regresara, apenas si me dejo trabajar ni siquiera Ruth se salvó cuando intentaba buscar algún rastro, le pedí a Itzamná por paciencia por lo que quedo del dia.
Mantuve la mirada fija en el camino para distraerme de mis frustraciones de hoy, el sol finalmente se fue y la luna comenzó a salir, los párpados me pesaban las horas que no pude dormir la anterior noche me estaba cazando ahora
-¿quieres que yo conduzca?- me pregunto Nelli al ver mi notorio cansancio.
-si, no quiero terminar chocando- dije, deteniéndome a un costado del camino. Ambos salimos del auto, pero no me di cuenta de que este lado estaba bastante empinado por la oscuridad. Cuando intenté pisar el suelo, resbalé de repente. Solté un grito de sorpresa mientras intentaba agarrarme de lo que fuera sin éxito, y me termine devanando por el suelo.
-¿¡Acoatl que paso!?- Nelli se asomo preocupada, sin poder encontrarme por la oscuridad.
-¡estoy bien !- exclame mientras me levantaba maldiciendo entre dientes y sacudiéndose el polvo- dame un momento para subir- use algunas raíces para impulsarme arrancando una planta cuyo aroma reconoci, Nelli me ayudó a terminar de subir
-¿no te rompiste nada verdad?- me preguntó preocupada luego se percató de la planta que sostenía- ¿que tienes en la mano?-preguntó Nelli.
- es mora... la planta turbia- dije cortando una de las frutillas de la rama, por un momento se me pasó por la mente comerla pero aleje cualquier pensamiento intrusivo- ¿sabes por qué le dicen planta turbia?, porque crece en lugares que no debería,-comente casualmente mientras seguía inspeccionando la rama- ya van cuatro veces que me encuentro con el mismo aroma, si sigo dejando pasar las señales pronto me caerá un rayo .-dije mientras seguía observando la planta.
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Espejo de Obsidiana
FantasíaMactzil creció sumergido en un mundo de mitos y leyendas, donde las historias de su padre danzaban en su mente como estrellas brillantes en la noche. Cada relato lo hacía sentir que era capaz de lo imposible. Su corazón ardía con un deseo inquebrant...