Enfrenta tus miedos
Si huyes de tus miedos
No estas viviendo...
Estas "vivo"
Pero no estas en libertad
De vuelta en su auto Donghae miraba hacia el frente, enfoco su mirada en el volante y gruesas lagrimas empezaron a caer por sus mejilla, se había comportado como un reverendo idiota, apretó fuertemente el volante y recargando su frente empezó a golpearse fuertemente, haber perdido los estribos fue lo ultimo que hubiese querido, recordar las mallugadas muñecas de Jimin y el miedo latente en sus ojos por su causa oprimieron su corazón, él siempre había logrado mantener el control de cualquier situación, pero en lo que respectaba a Eun, nada salía bien, perdía el enfoque y todo se iba a la mierda, justo como en los viejos tiempos, por haber perdido el control fue que se encontró en esa maldita situación comprometedora hace 22 años.
Ahora ya no había vuelta atrás, tendría que enfrentar lo que pensaba no haría solo, solo esperaba que Eun lo entendiera y lo perdonara.
Dando un último vistazo al edificio de Jimin, puso el auto en marcha, ya habría tiempo para tratar de solucionar la situación con el chico, ahora lo más importante era tratar de que Eun entendiera por qué no le contó la verdad inmediatamente, sobre ese maldito matrimonio y no tiraría todo por la borda, todo por su estúpido miedo a perderle, no quería que se hiciera ideas equivocadas en su preciosa cabecita, que el pensara que no lo amaba lo suficiente como para no confiar en el, simplemente era un error, un maldito error, que no había día que no se lamentara, se maldecía el haber sido un estúpido y un débil, podría soportar todo, menos perderle nuevamente, después de tanto tiempo, no, definitivamente eso no pasaría, era hora de dejar todo en claro, si es que quería un futuro a su lado, había más de una razón y eso era lo que el más deseaba.
Eun daba vueltas alrededor del comedor, hacia más de 2 horas que le había pedido a Donghae que fuera al apartamento, en la regadera no sintió el tiempo correr, solo dejo el agua resbalar por su cuerpo, tenía miedo de que su incipiente reencuentro con Donghae no prosperara, el no soportaría tener que separarse nuevamente de el, veinticinco años y su amor por el seguía intacto, sabía que en algún momento Donghae podría rehacer su vida, tal como el fue obligado a hacer, pero en el caso de Donghae no paso, o eso creyó hasta esta tarde en que Jimin se lo confirmo con su reacción, ahora la necesidad de saber la verdad se hizo imperiosa, el timbre del teléfono lo saco de sus pensamientos, cansinamente tomo el aparato y al ver el que llamaba una sonrisa apareció en sus labios, se apresuró a acomodarse en el sofá al tiempo que contestaba.
- ¡Hola cariño! ¿Cómo está todo por allá? -
-Hola "Eungie" toda marcha según los planes, a ti como te esta yendo, ¿aun estas de luna de miel? -
La voz al otro lado del teléfono sonaba con un dejo de picardía y burla en el tono de su voz, Eun no pudo evitar sonrojarse por tan penoso comentario.
-Jung Hoseok, más respeto, soy tu padre no uno de tus pelados amigos, esta juventud Dios mío. -
Las risas no se hicieron esperar, Eun casi podía imaginar a su hijo revolcarse en el espantoso sillón verde fosforescente que tenia en su apartamento, solo visualizarlo mentalmente hacia que sus ojos dolieran, apretó sus sienes para sobarlas, menos mal que con la mudanza ese sillón desaparecería de la vida de su hijo.
-Ay pa no aguantas nada, ¿acaso yo no puedo decirte así, solo tu novecieto puede? -
-¡JUNG HOSEOK, DEJA DE DECIR ESTUPIDECES¡ -.
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Si tiene que ser... será
FanfictionDos extraños coincidiendo en un bar, con la atracción a flor de piel, deciden pasar la noche juntos, con una única condición, sin preguntas, sin saber nada el uno del otro, solo dejarse llevar por la pasión que los devora lentamente, con ese acuerdo...