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—Llévame contigo por favor, no quiero estar aquí —suplicó la pequeña jalando el pantalón del mayor

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—Llévame contigo por favor, no quiero estar aquí —suplicó la pequeña jalando el pantalón del mayor

—¡Entiende que no!, te vas a quedar aquí con una de las criadas —explicó el mayor —tranquila, te van a tratar bien, de eso me encargaré yo

—Quiero ir con mi mamá —sollozo la menor

—¡Tú mamá está muerta!, ¿no lo entiendes?, y no te llevaré conmigo hasta que aprendas a hacer algo de provecho

Sin decir nada más el mayor salió de la casa dando un portazo, dejando a la pequeña de tan sólo cinco años en un lugar totalmente desconocido para ella y llorando desconsoladamente por no poder ver a su mamá.

Samantha dio un pequeño brinco del susto, afortunadamente todo había sido un sueño, se sentó rápidamente en la cama limpiando el sudor de su rostro y las lágrimas que habían salido de sus ojos.

Fue rápidamente al baño con la intención de poder darse una ducha para olvidar la terrible pesadilla que había tenido, se quitó la pijama quedando así en ropa interior.

Antes de poder entrar a la ducha miró su cuerpo en el espejo, pasó su mano por la cicatriz que se encontraba en su vientre, "jamás te tocaría de forma mal intencionada pero justo ahora tengo ganas de desquitarme contigo", esas palabras sonaron una y otra vez en su cabeza.

Por más que haya perdonado a ese hombre y haya tratado de olvidar su pasado jamás podría borrar esa horrible cicatriz.

Era una cicatriz que la marcaría de por vida y cada que la viera le recordaría su pasado.

—Hey ¿quien eres?, no es gracioso

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—Hey ¿quien eres?, no es gracioso

Habló el pelinegro con algo de molestia cuándo le tapé los ojos con mis manos.

—Adivina, adivina —respondí con diversión

Al escuchar la voz de la chica que lo volvia loco Dimitrio sonrió de oreja a oreja.

—A ver, ¡ya se!, eres la rubia más hermosa que he visto en toda mi vida —dijo haciendo que me sonrojara, ya era costumbre

Sonreí y quite mis manos, Dimitrio se levantó de donde se encontraba sentado me abrazó por la cintura lo cuál correspondi, segundos después me cargó y dio un par de vueltas.

𝐄𝐧𝐜𝐡𝐚𝐧𝐭𝐞𝐝 || 𝐃𝐢𝐦𝐢𝐭𝐫𝐢𝐨 𝐌𝐞𝐧𝐝𝐨𝐳𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora